
FICCIÓN Me gustaría que la realidad nos diera Escenas catárticas como toda buena película La hermana confronta al hermano

Habitación verde pastel Llegué al edificio con prisa sintiendo que llegaba tarde, a pesar de que cada vez salía más

Fragmento de Antígona González* de Sara Uribe (2012) Instrucciones para contar muertos Uno, las fechas, como los nombres,

Karuna* I para ver algo más que caracoles vacíos el declinar perpetuo de la savia y la sangre

De Ramas Me hablan las ramas desnudas de los árboles. Cargadas de nieve, soberbias, inmóviles. Me hablan con su

Madre A mi hija, Ariadna Con qué tierno cuidado protege a su bebé del sol con la sombrilla

Cuando era niña también fui niño. O sea, que fui niña y niño a la vez. En mi familia me

L. ve deslizarse el paisaje a través de la ventanilla del tren. El viaje ha comenzado al amanecer. -¡Qué bien!

Un perro en las líneas del metro Cayó como caen las hojas sin darse cuenta pero ahí dentro de

Adrián y su mejor amigo Carlos iban a irse de excursión de final de curso. Se iban a Sevilla a

El lugar más íntimo para provocar incendios La cocina, el infierno. Un lugar de cuchillos y de sangre.

Hoy lo he buscado. Tu nombre en google solo aparece en mi pantalla una única vez. Sabes, he echado la

First draft (a Robert Lowell, por mi vida bostoniana) Las imágenes de mi nuevo barrio Me recuerdan al paraíso de

Palabra Escrita ¿Son paredes las páginas mientras no las escribes? Vas viviendo una extraña confusión de blancuras: blancor espeso y

Lo que quiero decir está seco y se refugia en la esquizofrenia sensitiva y infiernilla del amor. Predilección por el

Preparar el desayuno no supuso mayor problema, a pesar de que tuvo que ayudarse con la barbilla para abrir el

Nidia Rendón Molina (Colombia) es Licenciada en derecho por la Universidad Santiago de Cali, En el año 1984 me traslado a España para cursar estudios de doctorado …

DESPERTARES Caminar a pasos agigantados por no perder la belleza de este día, día que paso entre abrazos viviendo sin

La tía tenía muchos años. Mirándola de perfil, con su nariz un tanto aguileña, los ojos adormecidos…

Si te falta el oxígeno se termina la vida de repente. Apenas ni te enteras, dejas de respirar sin sufrimiento.

La hora límite era la una de la tarde. Por eso se levantó a las cinco, así tendría tiempo suficiente …

Seis de noviembre, cada una en una mesa mientras la gente cruza deprisa, deprisa la calle gris …