Nadia Naïr: Profesora miembra de la Plataforma «Mi cuerpo, mi libertad»
Nadia Näir, activista, es miembra de la Plataforma “Mi cuerpo, mi libertad” y miembra de la Unión de Acción Feminista (UAF) para la sección Martil / Tetuán. Nadia es profesora de en la Escuela Nacional de Ciencias Aplicadas de Tetuán (ENSA) y durante diez años impartió clases en el Máster de «Género y derechos de la mujer entre las dos orillas del Mediterráneo», en la Facultad de Ciencias Jurídicas, Económicas y Sociales de Tánger, y realizando intercambios con la Universidad de Roma, Universidad de Cádiz y la Sorbona. Es también titular del Diploma de Estudios Avanzados (DEA) del Instituto Universitario de Estudios de la Mujer de la Universidad de Valencia (España) y del Diploma de Estudios Avanzados (DEA) en Economía Rural y Agroalimentaria de la Universidad de Montpellier (Francia). Ex miembra de la Comisión Regional de Derechos Humanos de Tánger-Tetuán, es funcionaria de la Universidad Abdelmalek Essaadi. Nadia ha colaborado con agencias de cooperación internacional y realizado evaluaciones de proyectos de desarrollo.
En esta entrevista nos cuenta cómo surge la Plataforma “Mi cuerpo, mi libertad” y la versión marroquí del himno feminista “el violador eres tú”. Además, repasamos con ella los desafíos actuales en el ámbito de la educación universitaria y el acceso al empleo de las jóvenes marroquíes diplomadas.
Violeta Doval: La Plataforma “Mi cuerpo, mi libertad”, lanzó la versión marroquí de la performance viral de “El violador eres tú” ¿Cómo surge en un primer momento esta iniciativa?
Nadia Näir: Después del arresto de la periodista Hajar Raissouni, junto con el médico y sus asistentes en septiembre de 2019 (acusados de haber realizado una interrupción de embarazo) [1], algunas asociaciones de Tetuán que trabajan sobre los derechos de las mujeres, empezamos a trabajar conjuntamente para pedir su liberación y denunciar la situación de las libertades individuales en Marruecos… Vimos cómo las libertades individuales se han convertido en un instrumento para arrestar a periodistas, o personas que pueden influir en la opinión pública… y vimos que hacía falta reabrir el debate sobre las libertades individuales, sobre dos puntos: la despenalización de la interrupción voluntaria de un embarazo no deseado y la despenalización de toda relación sexual fuera del matrimonio.
Queríamos, como plataforma, integrarnos con otras organizaciones en otras regiones, asociaciones de Derechos Humanos y actores del ámbito cultural, artístico etc. Entonces hicimos un primer comunicado y lanzamos una campaña de petición de firmas online. También hicimos una conferencia de prensa que ha tenido un gran éxito en Tánger, y abrimos un debate en una página Facebook sobre la cuestión.
V.D: El 25 de noviembre en Chile, el colectivo” LasTesis” lanza el himno “El violador eres tú” que tiene una respuesta y un eco internacional, ¿Cómo decide vuestra Plataforma también unirse? [2].
N.N: Sí, pudimos juntar a diferentes generaciones de mujeres activistas y lanzar un primer vídeo preparatorio. Creamos un cante específico marroquí, en referencia al himno que salía de América Latina, magnífico vídeo que reunía a todas las mujeres activistas en el mundo… Muy rápidamente ha habido una campaña de denigración, de amenazas, de insultos contra nosotras sobre todo en las redes sociales… y dirigido sobre todo a las jóvenes que aparecían en el vídeo… Fue un momento muy duro, sobre todo para estas jóvenes que por primera vez recibían esta campaña difamatoria. No obstante, recibimos mucho apoyo. Nos llegaron mensajes de solidaridad sobre todo de asociaciones de España y de América Latina y hubo artículos en español en diferentes periódicos. También nos contactaron asociaciones marroquíes de Casablanca, Agadir etc.
Nuestra generación tiene casi el hábito de este tipo de ataques, pero las jóvenes no. Por ejemplo, en 1992, cuando la Unión de Acción Feminista lanzó la campaña para un millón de firmas para la reforma del código de estatuto personal, nos atacaron mucho. Por lo que cada vez que hay un debate sobre los derechos de las mujeres hemos sido insultadas. Pero esta vez para estas jóvenes fue muy fuerte… Aunque han salido más convencidas y más fuertes que antes.
V.D: La cara visible del vídeo es una artista internacional, Khadija Tnana, que fue censurada previamente por una exposición en Tetuán con unas imágenes en miniatura ¿cómo surge su participación en el video?
N.N: Sí, la contactamos cuando teníamos la idea de la campaña y ella aceptó voluntariamente. Fue ella quien creó la coreografía. Lo que pasa es que como se la veía sobre todo a ella, recibió muchos ataques: que si es soltera, que si es mayor etc. Como siempre, nos atacan sobre nuestro cuerpo, nuestra edad, en lugar de discutir sobre nuestras ideas. Pueden no estar de acuerdo, están en su derecho, pero si se trata de mujeres siempre van a insultarnos sobre nuestra situación familiar, en todas las situaciones van a encontrar razones… Por eso hicimos un comunicado denunciando toda esta campaña de hostilidad…
V.D: ¿En qué situación se encuentra actualmente la Plataforma?
N.N: Después del 8 de Marzo, teníamos pensado toda una estrategia, un encuentro para el 14 de marzo, pero todo se ha paralizado con la pandemia y el confinamiento. Ahora esperamos mejores días para hacer una evaluación de todo lo que hemos realizado, porque como trabajamos en grupo a veces no es fácil encontrar una plataforma de comprensión entre diferentes entidades…y es también un aprendizaje para nosotras…
V.D: ¿Qué recomendaciones daría para los avances en el ámbito feminista marroquí?
N.N: Creo que habría que dejar espacio y redefinir sobre cómo implicar a la siguiente generación, porque las que tenemos cincuenta, sesenta y más, quizás queríamos que nos siguieran de forma idéntica, pero vivimos en un mundo diferente con nuevos medios. Nosotras sin medios hemos podido defender nuestros derechos y creo que, a su manera, ellas, y espero que también ellos, se involucrarán… He encontrado algunas iniciativas sobre la masculinidad positiva marroquí, y esto lo veo muy constructivo porque hemos trabajado mucho con las mujeres y es necesario un trabajo sobre la masculinidad no tóxica para poder avanzar. Recuerdo que, en una de mis formaciones, una vez en un pueblo, una mujer me dijo “Yo estoy de acuerdo con lo que dices, pero ve a contárselo a mi marido, que no quiere escuchar estos discursos”.
Ahora hay asociaciones diferentes que trabajan para asegurar ciertos derechos a las mujeres, y esto es muy importante, iniciativas también de jóvenes, sobre las libertades individuales, sobre el lado artístico… Lo que veo es que falta juntar, como en España, el 8 de Marzo a todas las entidades que trabajan y se coordinan, esto es magnífico. Estamos siempre en el individualismo de cada organización que no quiere que vengan a competir… Pero sin un lobby muy fuerte no podremos obtener esos derechos…
V.D: Como formadora y profesora universitaria ¿qué visión tiene de la igualdad de género en la educación universitaria?
N.N: A nivel de estudiantado, las mujeres son cada vez más numerosas y en carreras consideradas, entre comillas, masculinas. Por ejemplo, en la Escuela de Ingeniería dónde enseño hay más mujeres que hombres y son las mejores de la promoción… Pero esto no quiere decir que a la hora de la contratación tengan más oportunidades. Van a ser sancionadas por ser mujeres, porque son jóvenes, porque están casadas… mil razones… No hay ningún estudio hecho sobre este aspecto, pero cuando mantenemos el contacto con nuestro estudiantado, vemos que no es tan fácil para ellas, para moverse, porque el trabajo se encuentra más en ciertas regiones que en otras… o cuando acceden a un trabajo son pagadas menos, esta diferencia salarial es universal.
Hay una participación muy muy activa de las mujeres estudiantes en las universidades, pero a nivel de representantes en la administración, en las instancias directivas de las universidades se ven muy pocas mujeres, como directivas de las Escuelas o incluso jefaturas de Departamentos el número de mujeres es muy limitado, aunque las universidades tendrían que ser un espacio vanguardista, pero desafortunadamente no es el caso.
V.D: Aunque en las zonas rurales persisten tasas inferiores de educación de las niñas y jóvenes…
N.N: Sí, el índice de paridad es casi idéntico en las zonas urbanas, pero en las zonas rurales hay muchísimas desigualdades respecto al acceso de las chicas a la educación. Sobre todo, desde la educación secundaria porque las escuelas están muy lejos de las casas. Aunque las familias poco a poco sí que apuestan por la educación de las chicas. Hay un cambio de mentalidad de los padres. En las zonas rurales los padres apuestan por la educación de las niñas. Por ejemplo, mientras hacíamos evaluaciones de proyectos de cooperación en la región de Chefchaoen veíamos casos en los que los padres habían cotizado para pagar el transporte común, una camioneta y un conductor, para llevar a las chicas a la escuela. Es un pequeño ejemplo de que hay un interés, pero faltan infraestructuras…
Hay un cambio de mentalidad de los padres. En las zonas rurales los padres apuestan por la educación de las niñas
V.D: ¿Ha trabajado la Unión de Acción Feminista (UAF) en la alfabetización de mujeres en zonas rurales?
N.N: UAF ha trabajado sobre todo en las zonas urbanas por falta de medios. Ahora hay muchas asociaciones locales que están en esos pueblos… pero nos damos cuenta que la alfabetización no formal suele ser muy breve, de uno o dos años. La tasa de alfabetización en Marruecos es enormemente elevada, en algunas zonas de más del 80 %, pero lo que constatamos es que las mujeres analfabetas optan por la educación de sus hijas.
V.D: ¿Cómo fue su inicio en la Unión de la Acción Feminista?
N.N: La UAF tuvo sus primeras reuniones y comités preparatorios y empezó a arrancar en 1984. Previamente, en 1983, el periódico 8 Marzo, semanal, había reunido a muchas mujeres preocupadas por la situación de la mujer en Marruecos. De ahí surgió el Movimiento 8 de Marzo, y a partir de entonces creamos la Unión de la Acción Feminista… Ahí empieza mi activismo sobre los derechos de las mujeres.
En ese periodo yo constataba las desigualdades flagrantes: por ejemplo, para tener un pasaporte, como mujer casada tenía que pedirle a mi marido la autorización. O para mis hijos, todos los papeles del colegio era mi marido el que tenía que firmar todo, como tutor… En la calle éramos acosadas, da igual cómo te vistas, da igual tu edad… y veíamos la violencia que sufrían las mujeres. En esa época, en los 80s, había una apertura política, se creaban asociaciones… Hubo una negociación del palacio con la oposición y se dio la liberación de prisioneros políticos… una cierta apertura que no podíamos desaprovechar. Y la cuestión de los derechos de las mujeres es fundamental para edificar un Estado de Derecho, democrático y moderno… la igualdad es un pilar de la democracia.
Y no hay que olvidar que a nivel internacional esos años son importantísimos sobre la cuestión de la mujer, la década de los derechos de las mujeres según las Naciones Unidas…
V.D: Y gracias a este impulso, se pudo recoger frutos a nivel de cambios legislativos a favor de la igualdad…
N.N: El Estado se comprometió a nivel internacional, ratificó, en 1993, la Convención Internacional contra toda forma de discriminación, la Convención de los Derechos Humanos, etc., lo que permitía poder pedirle cuentas al Estado. Había que armonizar las leyes con estos compromisos a nivel internacional. Para nosotras era una ocasión muy importante…
En algunas universidades, como en Rabat, hubo grupos de investigación sobre la cuestión de la mujer, como los de la socióloga Fatima Mernissi, bastante vanguardista… Aparecieron grupos multidisciplinares, con profesionales de sociólogía, juristas, antropólogía, agrónomía… sobre los derechos de las mujeres, y en todo el Magreb. Esto ha jugado un rol de denuncia sobre las desigualdades. Se han realizado muchísimos estudios sobre la condición de la mujer, demostrando la discriminación y la necesidad de reivindicar sobre la cuestión de la mujer… Demostrando la situación grave, la discriminación que vivían las mujeres en ese momento y bien antes… Y todo esto ha contribuido enormemente a los cambios legislativos.
V.D: Todo esto ha dado una cierta legitimidad a esa lucha y ha llevado a esos cambios…
N.N: Había más reivindicaciones, pero encontramos como un consenso entre estas y las resistencias que existían a la época, pero consideramos que era un progreso en materia de derechos de las mujeres.
El movimiento de las mujeres en Marruecos no nace en los 80s, sino desde los años 30 con la reflexión sobre la colonización
Las reformas llegaron, pero nada ha caído del cielo, como para todas las mujeres fuera… También había una voluntad política de aceptar los cambios.
En realidad, el movimiento de las mujeres en Marruecos no nace en los 80s, sino desde los años 30 con la reflexión sobre la colonización… Había asociaciones que luego han desaparecido y que reivindicaban la abolición de la poligamia, el acceso de las mujeres a la educación, abolir la repudiación… Somos las hijas pequeñas de esas mujeres feministas que empezaron en los años 30.
V.D: ¿Considera la ley contra la violencia hacia las mujeres, en vigor desde 2019, un avance en este sentido?
N.N: Falta realmente la parte de prevención y protección. La penalización está ahí… las tres “P”, y a nivel de la protección no se ha hecho nada. Tiene que haber mecanismos que acompañen a esta ley, porque no responde a nuestras reivindicaciones al no tomar en cuenta la definición internacional de la violencia respecto a la mujer, y no es una ley aparte, son artículos que forman parte del Código Penal y este tiene que ser reformado desde hace mucho…Tiene que haber una ley específica, independiente, porque al leerla vemos que se mezclan muchos tipos de violencia… no es únicamente dirigida a las mujeres…Y la parte de protección, prevención, sensibilización, la formación de personas que trabajan en esto… nada de esto se ha hecho.
La constitución de 2011 reconoce la igualdad en todos los ámbitos y la paridad, y es tiempo que la ley se adapte a la Constitución o ley suprema. Reclamamos la armonización de las leyes con la Constitución y los compromisos internacionales ratificados.
V.D: ¿Qué cosas de su infancia cree que le han marcado?
N.N: Desde muy joven, hay cosas que chocan, como que no es normal que en una familia se trate de forma diferente a las chicas y los chicos, que a nosotras nos iniciaran a hacer las cosas de la casa y a los chicos nada… Yo tenía muy buenas notas, y no comprendía por qué en casa tenía que hacer todo mientras mi hermano descansaba… No obstante, he tenido suerte de crecer en Tánger, que era una ciudad muy abierta en la época, cosmopolita, y las desigualdades no eran tan flagrantes como otras ciudades… Y he tenido la suerte que mi madre tenía mucha personalidad, ella ha peleado por poder trabajar fuera de casa, a pesar de tener a toda la familia política en contra, y ha logrado formarse ya estando casada en una escuela profesional de peluquería en Tánger, que era su pasión… Y se ha formado con una de las primeras mujeres marroquíes peluqueras, porque la mayoría eran francesas y españolas. Una mujer muy responsable, ha luchado mucho por ser autónoma económicamente y esto te deja una marca… Y ha hecho todo para que sus dos hijas y su hijo vayamos a la escuela hasta el final y accediéramos a la Universidad… y siempre estaba preparada para eso… Nos decía: “Ese es vuestro primer objetivo, el resto vendrá después.” Y vieron muy normal que yo fuera a estudiar a Francia con mi hermano, aunque íbamos a diferentes ciudades… no han visto ningún problema….
V.D: Y de su periodo de estudios en Francia, ¿qué destacaría?
N.N: Cuando fui a estudiar y estaba instalada en Francia, había un sindicato de estudiantes marroquíes que era muy activo (La Unión Nacional de Estudiantes de Marruecos) y que en ese momento acababa de estar prohibido en Marruecos, por lo que era en el extranjero donde continuaban denunciando la situación política, los llamados “años de plomo”. Había mucha represión desde 1974 en Marruecos, había desapariciones… por lo que éramos muy prudentes, pero en Francia había una cierta libertad, aunque con el miedo de las consecuencias al volver al país… pero sí que teníamos esa libertad de denunciar y trabajar sin problema. Había muchas manifestaciones, apoyo a los prisioneros políticos etc.
La cuestión de los derechos de la mujer era uno de los temas del movimiento… Pero no la ponían como prioritaria. Nos aseguraban que con la llegada de la democracia los derechos de las mujeres se asegurarían, por lo que había que ser paciente. Pero veíamos que, en esos hombres, a veces había mucha misoginia y sexismo. Teníamos debates muy interesantes. No es porque los hombres fueran de izquierdas que eran igualitarios… a veces en los discursos, pero nada que ver con la acción…
NOTAS
Algunas publicaciones de Nadia Näir:
o Las velas que revelan. En: Política y poética de género en las migraciones. Mujeres entre las dos orillas del Mediterráneo. Simposio, París, 22 y 23 de junio de 2009
o Mujeres e Islam (en español). En: Educación para la Convivencia intercultural. Soriano Ayala, Encarnación (Coord.). Madrid: La Muralla. 2007
o Multiculturalidad y principio de igualdad: mujeres musulmanas en países europeos (en español). En: Multiculturalidad y extranjería. Bilbao: Universidad del País Vasco. 2007
o Las elecciones legislativas de 2007 en Marruecos: una decepción para las mujeres (en español). En: España y Marruecos: mujeres en el espacio público. López Enamorado, Ma Dolores (Coord.). Sevilla: Alfar-Ixbilia. 2008
o Trabajo femenino en empresas agroindustriales extranjeras en Marruecos (en español). En: Mujer y desarrollo. Domingo, Concha. Institut Universitari d’Estudis de la Dona. Universidad de València. 2005