María Felicia García Sitches – María Malibrán: Una española fuera de España

María Malibrán, pintada por François Bouchot, Museo del Louvre

La gran diva, soprano y compositora, hermana de Pauline García Viardot e hija de Joaquina Briones y Manuel del Pópulo Vicente García, ambos también cantantes y exiliados en París, aun siendo española fue nacionalizada francesa, como su hermana Pauline y como tantos otros y otras que llegaron antes o llegarían después.

Nació el 24 de marzo de 1808 en París y falleció el 23 de septiembre de 1836, con apenas 28 años, en Mánchester; sin embargo, en su corta vida cosechó la máxima reputación como cantante, como diva de la ópera.

Su padre fue un famoso tenor para el cual Rossini escribió el rol de Almaviva en El barbero de Sevilla; su madre, también cantante, había conseguido un gran reconocimiento en España, antes de salir para Francia. Sus dos hermanos fueron también cantantes: Manuel Vicente García, nacido en Madrid en 1805 -famoso barítono y además uno de los mejores profesores de canto de su tiempo- y su hermana menor Pauline García-Viardot, otra gran diva de la ópera, una de las mujeres más influyentes en la cultura europea de su tiempo, además de una brillante compositora de la que el año pasado se celebró su 200 aniversario con la edición de obras recuperadas.

La Malibrán nació pues, mientras su padre triunfa en París en 1808, huyendo de España.

Se especializó en las óperas de Rossini, arrasó en Londres y Nueva York y ya de vuelta en Francia se casa con Eugene Malibran, un banquero francés de cuarenta y tres años, adoptando entonces su apellido, y convirtiéndose en “La Malibrán”, pues hasta entonces figuraba como María García.

La Malibrán arrasa también en París y así fue como se convirtió en La reina de Europa: su versatilidad vocal, su talento interpretativo y su creatividad escénica eran únicas, a pesar de la gran cantidad de mujeres talentosas en la ópera en aquellos momentos. Así es como llega a convertirse en el símbolo de una nueva generación de artistas románticos y de una juventud progresista.

Se había separado de su primer marido (más tarde se casaría de nuevo) y se convirtió en una mujer “libre” y autosuficiente, a lo cual se añadía su enorme talento musical y dramático; es así como llegó a convertirse en el símbolo máximo del romanticismo.

A su funeral en la catedral de Mánchester asistieron más de cincuenta mil personas y algunos años después su cuerpo fue trasladado a Bruselas al cementerio de Laeken.

La Malibrán, con su genio artístico, su tempestuosa y novelesca vida, y su trágico y prematuro final, fue el símbolo encarnado del ideal romántico.

En 2007, la mezzosoprano italiana Cecilia Bartoli le rindió homenaje con una serie de recitales que recuperaban su vida y obra. En su gira, incluyó atrezzo y hasta 200 objetos pertenecientes o relacionados con María Malibrán, que habían sido recolectados durante veinte años por la cantante italiana y que la acompañaron en los conciertos dedicados a la música que interpretó la
gran diva.

De esta grande de la música, nacida en el exilio parisino de sus padres, se han recuperado hasta la fecha unas cuantas canciones, así como las arias de ópera que ella interpretaba, entre las más conocidas Nel dolce incanto, aria final para El Elixir de Amor, de Gaetano Donizetti.

Aún falta seguir buceando en sus manuscritos, pues su pasado como diva de la ópera ha eclipsado su pasado como compositora, para su propio instrumento: la voz, una gran constante en las composiciones femeninas.

REFERENCIA CURRICULAR

Marisa Manchado Torres nace en Madrid educándose en el Colegio Estilo. En España estudia en el Conservatorio de su ciudad natal Real Conservatorio Superior de Música de Madrid (RCSMM), la Universidad Complutense (Psicología) y la Universidad Pontificia Comillas (Psicología). En 1982 abre el debate de la música de mujeres con el programa de Radio Nacional, Radio Clásica (entonces llamada Radio Dos), “Mujeres en la Música”, dedicado a la difusión de la música de mujeres. En 1998 edita “Música y mujeres, género y poder”, primer libro en lengua castellana que aborda los estudios musicológicos desde la perspectiva feminista. Compositora, Licenciada en Psicología, Profesora de Conservatorio y vicedirectora del Conservatorio Profesional de Música “Teresa Berganza”, de Madrid, durante los últimos diez años. Ha sido una de las grandes luchadoras por la renovación pedagógica en la enseñanza de la música, colaborando en el desarrollo de la LOGSE en Conservatorios, así como colaboradora del programa Aulas Abiertas del Ministerio de Educación (1985-90), un programa educativo para la formación de aficionados artísticos, en su caso concreto a la música. Ha sido subdirectora General de Música y Danza, del INAEM-Ministerio de Cultura (2007-08) y asesora del Consejo del Instituto de Investigaciones Feministas de la Universidad Complutense de Madrid (1990-2000). Entre sus premios: Mención de Honor Fin de Carrera en Composición en el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid, 1980; Accésit “Cristóbal Halftter” de Composición para Órgano 1989; Premio Nacional Daniel Montorio 1995, por su ópera “El Cristal de Agua Fría”, con libreto de Rosa Montero; y Premio Iberoamericano de la Música COMUARTE, 2008. Ha realizado estudios de postgrado en composición asistida por ordenador (Maîtrise y D.E.A.) en la Université Paris VIII- Vincennes-Saint Denis (1990-1995) y estancia en el laboratorio de electroacústica sueco, EMS, de Estocolmo (1989-90). Ha sido becaria de la Academia de Bellas Artes en Roma (1995-96). Es referencia en los estudios de género en música.