Revista con la A

25 de julio de 2017
Número coordinado por:
Bethsabé Huamán
52

Presidentas: Las mujeres en el poder

Entrevista a Susana Villarán de la Puente, ex alcaldesa de Lima

Susana María del Carmen Villarán de la Puente

Susana María del Carmen Villarán de la Puente

Susana María del Carmen Villarán de la Puente fue la primera mujer en acceder al cargo de alcaldesa de Lima Metropolitana, desempeñándolo durante 2011-2014. Anteriormente había sido Ministra de Promoción de la Mujer y del Desarrollo Humano, durante el gobierno de Valentín Paniagua. Madre de tres hijos, realizó estudios de Sociología y Periodismo…

Bethsabé Andía: ¿Qué te impulsó a postular a la alcaldía de Lima?

Susana Villarán: Mira, dos dimensiones. Una personal, más íntima, el deseo de retomar el espíritu de cambio que encarnó Alfonso Barrantes y la Izquierda Unida hace 30 años. Fui parte de ese proceso, estuve en concreto involucrada muy activamente en el programa del Vaso de Leche, fui una de las creadoras, y tenía un amor especial por Lima, por el gobierno de la ciudad de Lima, no “por el poder” sino por el “poder hacer”. Lo segundo, como miembro del Partido por la Democracia Social FDS, durante 16 años, que luego se convirtió en Fuerza Social (FS), fue la propuesta de las y los militantes de mi agrupación en el ámbito nacional, que me eligieron como candidata a Lima y luego el hecho de que se hayan nucleado alrededor de esa propuesta todos los partidos, movimientos ciudadanos, chicos progresistas de la izquierda en lo que se llamó la Confluencia por Lima, que estuvo reunida tras el programa de gobierno de una Lima para Todos. Realmente el hecho de que se pudieran unir todos, alrededor de un proyecto de ciudad, fue realmente un gran aliciente, y esa unidad se mantuvo, tengo que decirlo, hasta el último día de nuestro gobierno, durante los cuatro años, nunca se rompió, nunca se partió y aunque enfrentamos todas las tempestades, no me equivoqué en ese sentido, fue una buena decisión, en lo personal no fue tan grata en muchos momentos, pero fue una buena decisión política.

BA: ¿Cuáles fueron los principales problemas que observaste que habían en Lima?

SV: Mira, Lima tiene muy pocos centros, muchas periferias, eso es algo que hace en principio una ciudad mala. Se supone que las ciudades tienen que ser policéntricas, tienes que tener muchos centros, donde todas las personas que viven alrededor encuentren todo lo que necesitan: educación, transporte, seguridad, todo. Lima tiene las oportunidades desigualmente repartidas, ese es uno de los grandes problemas: oportunidades desigualmente repartidas en sus territorios. El niño que nace en San Juan de Lurigancho [1] no tiene las mismas oportunidades del niño que nace en Surco o Monterrico [2], eso es así, entonces es una relación muy desigual, con muy pocos centros y muchas periferias, una ciudad que ha crecido desordenada y aceleradamente, lo que se expresa en temas tan graves como los de transporte; una ciudad por otro lado muy pujante, muy emprendedora, pero a la vez muy anárquica e informal, estos son problemas bastante serios, muy poco verde, mucha fragilidad frente al cambio climático -es una de las ciudades del mundo más frágiles frente al cambio climático-.

En fin, hay una serie de problemas que están por el lado de cómo se organizan las oportunidades en los distintos territorios de una ciudad que tiene más de 10 millones de personas -considerando al Callao- y, en lo segundo, el crecimiento acelerado y desordenado de una ciudad que genera problemas muy serios como la movilidad de las personas y los riesgos de las personas que viven en las partes más altas, lo que se expresa en los huaycos, en los desbordes, en víctimas de un posible terremoto, etc. En conclusión, una ciudad muy frágil frente al cambio climático, que hace que realmente tengamos que trabajar muy seriamente.

Otro problema es la informalidad como cultura, que desperdicia muchas oportunidades y genera esta actitud de “pepe el vivo” “yo le saco la vuelta a la norma”, entonces hay problemas también culturales, pero así como tiene problemas tiene enormes capacidades para enfrentarlos. Lima es una ciudad milenaria, tiene la misma antigüedad que Egipto, la gente no lo sabe pero es así, nuestros restos arqueológicos lo confirman, es una ciudad milenaria, es una ciudad de culturas riquísimas que se unen y que hacen que los hombres y mujeres que viven aquí sean emprendedores, amen su diversidad, y esa diversidad la descubrimos por ejemplo en la gastronomía, también en el arte, en la nueva música, en el arte urbano, en muchos aspectos que nos alegran enormemente, y en la capacidad de enfrentar situaciones gravísimas y de sacar adelante emporios como el de Gamarra [3] y otras experiencias de transformación de la ciudad muy importantes. Esa riqueza cultural de Lima es maravillosa, tiene además una riqueza paisajística, es la única capital al borde del mar y es además una de las ciudades con uno de los centros históricos más hermosos y más grandes -aunque descuidado-, un gran patrimonio arqueológico de más de 600 huacas y un centro histórico colonial bellísimo. Lima tiene enormes capacidades humanas, paisajísticas, culturales, patrimoniales, tanto patrimonio material como inmaterial, diría yo. Sí, y las mujeres de Lima que son maravillosas (ríe).

BA: Sí, Justo hablando de las mujeres, tú que eres una activista por los derechos de la mujer, ¿Cómo abordaste esta situación? ¿Qué políticas se implementaron para reducir las brechas de género?

SV: Lima tiene brechas de género muy serias, las brechas las vemos en el acceso a las oportunidades, muy distintas entre hombres y mujeres, eso no varía el patrón en el país, Lima las concentra, tiene menos prevalencia de problemas que en las zonas rurales, porque hay más servicios disponibles, pero tiene las mismas brechas entre hombres y mujeres: las brechas de ingreso, las brechas de calidad de trabajo en términos de la formalidad del mismo, las brechas educativas, además de las brechas de edad, que las mujeres las sentimos, las sufrimos más, las mujeres adultas mayores, las mujeres niñas, etc. Entonces las brechas existen, están cuantificadas, el 75 % de las mujeres que trabajan en Lima lo hacen en el sector informal, son jefas de hogar en su mayoría, además hay un problema bastante severo de violencia, violencia física, violencia psicológica, violencia sexual y violencia patrimonial -que todavía existe-, es muy grande, sobre todo en las mujeres adultas mayores, y hay muy poca conciencia de que el trabajo en el ámbito privado, el trabajo reproductivo, el trabajo dentro del hogar, el trabajo no remunerado es en realidad un enorme aporte al PBI nacional. Se midió recién en el año 2010 con la Encuesta del Uso del Tiempo y la Cuenta Satélite que se logró hacer con el Ministerio de Economía y Finanzas,… Entonces hay muchas brechas.

La seguridad nos golpea de manera diferente, el transporte es distinto en cuanto al género, frente a eso, ¿qué hicimos?, primero el diagnóstico, ese diagnóstico se hizo en el Plan Concertado de Lima que lideró Henry Pease [4]. Hubo una capacidad de reunir data importante además de crear nueva data, eso está en el Plan Concertado, en el Primer Plan Regional de Lima Concertado de Desarrollo y una Comisión permanente durante todo el Plan de la Mujer, que logró no solamente actualizar la información del diagnóstico de brechas sino también generar una serie de propuestas en las políticas urbanas, eso es lo que hicimos. Integralmente el Plan Concertado es un Plan con Enfoque de Género, eso para comenzar, es el primer plan con enfoque de género de la ciudad, del país, eso es importante. Una segunda cuestión que tiene que ver con el tema de la seguridad y la violencia, el Plan Metropolitano de Seguridad Ciudadana es un Plan con enfoque de género, que además aportó mucho para hacer los planes con enfoque de género en varios distritos de la ciudad, en materia de seguridad. Luego el transporte público también tiene un enfoque de género.

Entonces, la reforma del transporte y varias de las políticas centrales de las reformas han tenido un enfoque de género. También hemos tenido el Presupuesto Participativo, por primera vez en la ciudad de Lima se ha dado en el Presupuesto Participativo Metropolitano un presupuesto especial para proyectos dirigidos a mujeres como una medida de estimulación positiva a nivel presupuestal. Al principio fueron 5 millones de soles, después fueron 10 millones de soles del presupuesto participativo, con proyectos muy interesantes y programas específicos, el Programa Emprende Mujer que generó realmente un núcleo interesante de mujeres en distintos territorios de la ciudad, o núcleos para decirlo de manera más apropiada, en distintos territorios, que no eran las capacitaciones en “punto cruz” y “los ositos de peluche”, sino dentro de sus capacidades de crear manufacturas -la mayoría eran manufacturas-, poder también capacitar y formar en todo lo que es la empleabilidad y el hacer empresa, con el financiamiento de pequeños proyectos con enfoque de género en todas las reformas y planes de la ciudad, en los servicios y programas específicos. Pero, lo que es más importante, la Institucionalidad: la mujer tuvo su gerencia en el más alto nivel institucional de la ciudad, eso no existía y existió, hasta ahora se mantiene, no tuvo mucho presupuesto pero sí pudo influir también en los diferentes presupuestos de las otras áreas. Sí, hubo una política de cierre de brechas bien consciente, desde el levantamiento de la data, el planeamiento y repito la institucionalidad de programas y servicios.

BA: ¿Pudieron medir algún cambio? Digamos ¿algunos indicadores que lograron medir al final de la gestión?

SV: En los programas. En lo demás no es posible si tú no sostienes una política de mediano y largo plazo, medir cambios sustantivos en temas como violencia. Lo que sí puedes medir es cuántas personas has atendido, cuántas has tenido en materia de violencia, cuántas no se han dejado disuadir por la familia, eso sí lo hemos podido medir, ahora no tengo en la cabeza los indicadores, pero los servicios y programas sí han medido su impacto, en el transporte se ha medido el impacto de los servicios del protocolo de atención, por ejemplo, frente al acoso sexual en el metropolitano, por las denuncias que se hicieron, hay una serie de indicadores que sí se han medido permanentemente, cada mes teníamos reuniones de directorio de gerentes y se hacían las evaluaciones, al final en la memoria, hay una memoria de la gerencia de la mujer, que da cuenta no sólo de lo que la gerencia ha hecho sino de cómo se han cambiado en otras áreas, como transporte y seguridad ciudadana, que fueron claves en toda la ciudad.

BA: ¿Y cuál crees que fue tu mayor logro como alcaldesa?

SV: Como gestión, nuestro mayor logro yo creo que fue impulsar en Lima el planeamiento de la ciudad del siglo XXI, para todos y todas, hicimos muchas cosas y se lograron transformaciones, pero una ciudad que no se planifica está condenada a repetir lo mismo y el planeamiento de la ciudad fue fundamental. Lo segundo, el espíritu de las reformas, nosotros tenemos tantas dificultades, que aquí sí coincido plenamente con lo que dice Anee Hidalgo, la alcaldesa de París, con quien conversamos: “Nos ha costado tanto llegar, que cuando llegamos no tenemos otro destino que transformar”. Sí, un espíritu de transformación y reformas pero, ves tú en la reforma del transporte, en la reforma del comercio de alimentos mayoristas, en las reformas de la manera de concebir y planear la ciudad, hay un plan concertado de desarrollo por primera vez con enfoque de género, hay un plan urbano de la ciudad de Lima después del año 90, un nuevo plan urbano. Hay un plan frente al cambio climático, hay un plan de educación, hay un plan de cultura para la ciudad, hay planes en todas las áreas fundamentales de la ciudad de Lima, donde no había nada, donde lo que había era seguir al tun tun. Podemos decir que ha habido muchísimos otros logros, por ejemplo, la inversión privada en la ciudad llegó a 4.000 millones de dólares en áreas críticas como la infraestructura vial de la ciudad, que estaba muy mal o cosas así. La ciudad es…, no sé cómo explicarte, es como si tuvieras cinco ministerios juntos, es muy complejo y tienes muchas áreas que tienes que cubrir, pero creo que hay un plan ambiental de Lima, un plan frente al cambio climático, esa parte es muy poderosa, es fundamental.

BA: Si pudieras volver en el tiempo ¿harías algo diferente?

SV: Sí, muchas, muchas cosas las haría diferente, por ejemplo no me dejaría asesorar tanto por los asesores, seguiría más mis instintos (ríe). Por ejemplo, en el plano de la comunicación, yo he sido comunicadora toda mi vida, periodista radial, siempre he tenido la idea de que tenía que comunicarme directamente con las personas, tener un programa de radio, bueno lo debí tener desde el primer momento, tener mi propia manera de llegar a la gente y no abandonar eso, eso fue complicado porque los medios masivos no fueron amigos, más bien fueron adversarios de nuestra gestión, en general hasta ahora, no había una alternativa de comunicación directa frente a la gente. Fue un error no confiar en que la comunicación más directa era fundamental, mi presencia en los lugares no era suficiente, había que tener algo masivo y propio para dar nuestra verdad, tener un vínculo ahí, de ida y de vuelta, eso es uno.

Otra cosa, no hubiese estado de acuerdo, como lo estuve, en que se haga la investigación sobre el caso Comunicore [5] en la campaña presidencial donde competía Castañeda, creo que no fue una buena decisión, la decisión de investigar la teníamos nosotros y la tenía también Lourdes Flores, cualquiera de las dos que hubiese ganado hubiese hecho la investigación, pero el momento no fue el adecuado y creo que él y su grupo, todos los amigos que tiene en los distintos grupos políticos, pensaron que fue por eso que su postulación se derrumbó en las elecciones nacionales y eso generó un contragolpe, que después se dio también, fue parte de uno de los motivos de la revocatoria [6]. Una ira que hasta ahora continúa. Eso es otra cosa que no haría en este momento. Sí, como compromiso, hubiese empezado desde el inicio a hacer cosas y no tanto a cumplir con mi compromiso de investigar en un momento político tan delicado.

BA: Y justamente eso que mencionas de la revocatoria ¿crees que hubo algún elemento relacionado con el hecho de que eras mujer?

SV: Claro que sí, claro que sí, mira hay varias cosas que se miden ahí, en primer lugar grandes intereses económicos que no tienen que ver con el hecho de que yo sea mujer, sino con el hecho de que teníamos un proyecto honesto y transparente. Mira otro de los logros, hemos sido la primera institución del Estado peruano con Datos Libres, quiere decir con acceso de la gente a toda la información de la Municipalidad, eso está reconocido fuera, hemos recibido premios y todo, éramos transparentes. Qué pasa, te doy un ejemplo, Lima tenía ya unas iniciativas privadas como la de OAS, no sé todo el tema de empresas brasileras y yo había dicho que un contrato como ese no se debía cumplir, por las condiciones leoninas que les daban a los propietarios que iban a ser reubicados por el caso de la línea amarilla, que eran las vías, y así entonces, ya desde la campaña, comenzó a haber una enorme cantidad de epítetos y de problemas que se dieron en los medios de comunicación y algunos líderes políticos que estaban acostumbrados a hacer negocios con inversionistas extranjeros y llevarse pingües ganancias a sus bolsillos. Ahí nos ganamos varios enemigos para la revocatoria, eso está clarísimo, ellos querían controlar las inversiones en la ciudad porque ahí estaba el dinero.

Dos, el tema del ordenamiento del suelo urbano, el Plan Urbano de Desarrollo es un ordenamiento del territorio y del suelo, y el suelo es lo que tiene valor en la ciudad, entonces ahí también hay millones. Pero, sí hay una dimensión que tiene que ver con mi condición de mujer, tanto para mí como a Lourdes nos hubiese sido difícil, ¿no?, el soportar como yo tuve que soportar la misoginia espantosa de los medios de comunicación, de los líderes: “calladita te ves más bonita”, “anda a tu casa, cuida a tus nietas”, “esas son cosas para hombres”, “no te puedes meter tú con temas tan grandes”, “qué vas a poder reformar el transporte”, ¿no? ese tipo de cosas. Ahí ha habido de hecho una violencia política, lo que llamamos nosotros acoso político, yo soy un caso de eso, no me victimizo nunca, en una reunión internacional dije “aquí se presenta paradójicamente una mujer, que ha sido una de las más poderosas políticas del país”, porque después del presidente de la república, el alcalde es quien obtiene más votos populares, y a la vez una víctima de violencia hacia mí como mujer, esa es una paradoja, pero es una paradoja que es real y que fue sistemática, por eso cuando fui presidenta de la Red Nacional de Mujeres Autoridades con las compañeras que sufrieron lo mismo, en distritos muy alejados de la capital, como regidoras y todo, compartíamos la misma suerte de alguna manera.

BA: Aparte de este problema específico, como el caso de la Revocatoria, ¿qué otros problemas afrontaste por ser mujer?

SV: El que se metieran con mi familia, que es, quien sabe, lo más doloroso, que es un rasgo, un patrón… todas las mujeres que sufrimos acoso de violencia política. Tú sabes que de cada cinco mujeres que están en la política, dos son víctimas de violencia, de acoso en todas sus formas, desde la física hasta la sexual, la violencia soterrada y sorda de quien te niega oportunidades para ejercer tu cargo, en fin, la violencia en los medios de comunicación que es impresionante, que no es sólo en el Perú, esos son los estudios que hicimos en la Red Nacional de Mujeres Autoridades; después la Defensoría del Pueblo, Transparencia también las ha hecho, ese es el porcentaje, entonces sí es un tema muy fuerte, un tema que tiene como objeto, como dice muy bien Maruja Barrig, “disciplinar a la mujer por haberse atrevido a entrar a terrenos que no eran los suyos”, ¿no?

BA: Y bueno a pesar de todo esto ¿volverías a lanzarte a la Alcaldía o a algún otro cargo?

SV: No, pero pienso seguir estando en política, yo creo mucho en la renovación. Yo nunca debí postularme para la reelección porque había dicho que no iba a ir, pero también me daba cuenta que habían desprestigiado tanto nuestra gestión, había sido tan mal recogido o tan ignorado todo lo que se ha hecho, lo que se hizo, que dije: la campaña va a ser una ocasión para poder decir, por lo menos pedagógicamente, qué es lo que hemos hecho por la ciudad y qué es lo que es necesario seguir haciendo por la ciudad. Sabía, por los niveles de aprobación que eran muy bajos, que iba a ser muy difícil ganar, pero era una ocasión para hacer pedagogía. Yo creo en la renovación y siempre habremos lideresas mujeres como Indira que fue regidora, como Marisa que también fue regidora, otras personas que están como Hernán Núñez o Augusto Rey que son la renovación en la política, ha sido muy fructífera en Lima, porque se mantuvo esa unidad programática y porque se trabajó en un proyecto de reforma de cambio, de cambio social, de cambio cultural, creo que eso entusiasmó a mucha gente joven, yo creo en eso. Yo en política estoy siempre, pero más ahora con sectores como llamábamos hace tiempo, “de base”. Eh… más escribo en Facebook y me voy reponiendo poco a poco de la pérdida de mi hija y, bueno, poco a poco voy entrando a hacer cosas con mi ritmo, me he dado cuenta de que en la vida hay otras cosas que también importan mucho.

BA: Entonces, ¿cuáles son tus planes profesionales, políticos…?

SV: ¿En este momento? Defenderme de un montón de acusaciones (ríe). Justamente no me dejan tener planes, no, no es una situación fácil la que se vive cuando tienes tantos enemigos que tú nunca has buscado tener, pero que siguen implacables. Por ejemplo, en las mafias de transporte, hasta ahora tengo que ir al ministerio público, felizmente todavía no ha llegado nada al poder judicial, todo se queda en el camino, todo se archiva pero no deja de ser muy fuerte, ¿cómo se dice?, lo litigiosa que se vuelve tu vida después, esto no ha terminado para mí, no terminó en diciembre de 2014, este ataque continúa, entonces es difícil hacer planes. Pero como te digo, yo hago cosas, tengo muy buenos contactos, proyectos internacionales con mujeres en los que estoy, sobre todo mujeres en política, el asunto de la violencia política hacia la mujer es algo en lo cual estoy bastante comprometida con el National Democratic Institute y con otras redes a nivel internacional, donde me es más fácil trabajar en este momento que en el propio país. En fin, por ahora estoy así, estoy escribiendo cosas que no tienen que ver todavía con lo que hice, estoy escribiendo y me estoy defendiendo porque seguramente dentro de poco me llaman al Congreso, supongo, y una serie de cosas, entonces, no es poco el tiempo que le tiene que dedicar una.

Entrevista realizada por: Bethsabé Andía Pérez

Transcripción y corrección: José Bernabé

NOTAS

[1] San Juan De Lurigancho (SJL), distrito emergente en la periferia de Lima

[2] Monterrico-Surco, distritos de clase media alta.

[3] Gamarra, emporio industrial de confecciones.

[4] Henry Pease fue teniente alcalde durante el gobierno de la ciudad de Alfonso Barrantes Lingán (1983-1986), primer alcalde socialista.

[5] Comunicore, sonado caso de corrupción en el que se vio implicado Luis Castañeda Lossio, tres veces alcalde de Lima (2003-2006, 2006-2010, 2014-2018).

[6] En marzo de 2013 Susana Villarán fue la primera autoridad edil de la capital peruana en ser sometida a una consulta popular de revocatoria, en la cual la mayoría de los regidores de su partido fueron revocados, sin embargo, ella fue ratificada en el cargo.

 

 

Bethsabé Andía

REFERENCIA CURRICULAR

Bethsabé Andía es Economista graduada en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos – UNMSM, con Maestría en Administración por la Escuela de Administración de Negocios para Graduados – ESAN y egresada de la Maestría en Políticas Sociales con mención en género, población y desarrollo de la UNMSM. Tiene una larga trayectoria como activista feminista, y más de 20 años de experiencia en instituciones sin fines de lucro, impulsando los derechos de la mujer. Fundadora de la  Asociación Aurora Vivar  y del Instituto Runa de Desarrollo y Estudios de Género. Ha sido Coordinadora de Programas de ONU Mujeres en el Perú y consultora a nivel nacional e internacional en temas de presupuestos públicos sensibles al  género y políticas de transversalización del enfoque de género.

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