Antonia Bueno Mingallón

A la sombra del dramaturgo, que en muchos casos también es el director, y situada en un discreto segundo plano, está una mujer (a veces su propia mujer) encargada de cumplir ese ingrato papel de ayudar a concebir el texto, los personajes, las situaciones, a veces hasta el título; colaborar en la puesta en escena, ocuparse del elenco, la imagen de la obra, la propaganda, la distribución del espectáculo…

Desde el último tercio del siglo XX se da un interesante fenómeno. Las dramaturgas, amparadas a menudo en el colectivo, asumen el papel de dramaturgistas dentro de un equipo. A la sombra del dramaturgo, que en muchos casos también es el director, y situada en un discreto segundo plano, está una mujer (a veces su propia mujer) encargada de cumplir ese ingrato papel de ayudar a concebir el texto, los personajes, las situaciones, a veces hasta el título; colaborar en la puesta en escena, ocuparse del elenco, la imagen de la obra, la propaganda, la distribución del espectáculo… Conozco el terreno, porque fue también mi caso.

Sólo años después supe que había sido la dramaturgista de mi compañía. De cara a los investigadores no existí como autora, ya que todo esto no se recogió en los programas. En cierto modo, seguí la estela de María Lejárraga y otras predecesoras. Yo, al menos, pude reivindicarme en vida y dar el salto a la autoría plena, cuando me decidí a saltar la barrera a mis 46 años. En eso hemos avanzado.

DIRECTORAS Y EMPRESARIAS DE COMPAÑÍA:

Muchas, además de dramaturgas somos directoras y empresarias de compañía, fenómeno que se da también en los autores pero que en nosotras es esencial. ¿A qué se debe? ¿A esa capacidad multifacética que se nos atribuye a las mujeres? ¿A nuestra irrupción con ganas atrasadas de crear?

Quizá, ese hambre atrasada es la que hace que sobre todo hablemos de nosotras mismas. Esta nueva poética de emisora-autora, que parte de nuestro rico interior, se plasma en la dramaturgia y se codifica en signos escénicos, es muy estimulante para la revitalización de nuestro Teatro.

EL GÉNERO, MUJERES SOBRE MUJERES:

Este Teatro de Género es un fenómeno asumido hoy incluso por autores masculinos. El problema surge cuando se convierte en limitación, tanto de temática (no hablar más que de nosotras mismas) como de enfoque (dirigiéndonos sólo a nosotras mismas). Creo que las dramaturgas en nuestro país estamos dando ese gran salto necesario, abarcando toda clase de temáticas y dirigiéndonos al conjunto de la Sociedad.

MONÓLOGOS Y COROS:

Esa búsqueda de nuestras raíces femeninas nos lleva a la reescritura de mitos, revisando la representación de la Mujer a través de sus arquetipos. Ello está produciendo muchos monólogos, microhistorias que conforman la estructura de una nueva cosmovisión, nudos de esa red que las dramaturgas, cual modernas Penélopes, tejemos y destejemos. Al reescribir los mitos desbaratamos el orden establecido, proponiendo una nueva cosmovisión donde las mujeres no somos ya sólo objeto sino creadoras de la Mirada. En esta nueva poética es importante el uso de la Metonimia: una Mujer expresa al Universo de las Mujeres. En estos monólogos se echa en falta, tal vez, la polifonía de voces, a veces ceñidas a una presencia coral que arropa la voz individual de una mujer.

TEATRO INFANTIL:

Es interesante el fenómeno, ya que viene produciéndose a lo largo de nuestra historia. Muchas dramaturgas españolas se han decantado por ello. Actualmente esto sigue vigente. En general son también directoras de su compañía y suelen estar vinculadas a escuelas.    

PERFORMANCES Y DANZA:

En esa nueva búsqueda de parámetros escénicos, algunas autoras indagan en las fronteras del Teatro creando las llamadas performances, muy en boga actualmente, que cuestionan el propio sentido de la estructura dramática proponiendo acciones más cercanas a las artes plásticas o la danza, disciplina hacia la que algunas creadoras se decantan, centrándose en el lenguaje del cuerpo y obviando la palabra.

REDES TEATRALES DE MUJERES:

Para finalizar, quiero dejar constancia de las redes teatrales que las mujeres estamos creando en España. Además de las estructuras institucionales, existen Asociaciones de Mujeres de las Artes Escénicas en diversos puntos de nuestro país, como PROJECTE VACAS (Barcelona) MARÍAS GUERRERAS (Madrid) o DONESenART (Valencia) que tengo el gusto de presidir.

Queremos seguir saliendo a la luz. Tenemos cosas hermosas e importantes que decir.

¡DRAMATURGAS… A ESCENA!

REFERENCIA CURRICULAR:

Antonia Bueno Mingallón. Nacida en Madrid, desde hace 10 años reside en Valencia. Preside la asociación de Mujeres Creadoras DONESenART. Su creación gira fundamentalmente sobre la Mujer como protagonista. Realiza estudios y participa en proyectos teatrales desde hace casi 40 años. Como actriz ha recibido elogiosas críticas, entre ellas por su interpretación de Celestina. Como directora, ha puesto en escena diversos montajes. Los últimos Bel la Bella, estrenado en el XV Festival de La Habana, y La barraca de los monstruos, estrenado en Russafa Escènica. Como dramaturga ha escrito múltiples textos, como la Trilogía de Mujeres Medievales, guiones de espectáculos de calle, traducciones y versiones de teatro musical, la mayor parte editados y traducidos a varias lenguas. Ha creado proyectos de coproducción internacional con Portugal y Brasil. Imparte talleres teatrales y conferencias. Ha recibido numerosos premios escénicos como el XVI Premio ASSITEJ-España de Teatro para la Infancia y la Juventud 2009 por su obra Ópera de los residuos. Y literarios como el Primer Premio del XI Certamen de Narrativa Breve 2012 del Ayuntamiento de Valencia, por su relato sobre Clara Campoamor Yo, Clarita.

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