Revista con la A

25 de mayo de 2015
Número coordinado por:
Pepa Franco Rebollar
39

Políticas locales y perspectiva de género

Compartiendo el placer

Ya conocemos nuestro cuerpo, lo exploramos habitualmente, sabemos lo que nos gusta, cómo y cuándo, por lo que estamos preparadas para buscar y compartir el placer con otras personas. Una cosa muy importante y fundamental que hay que tener en cuenta para explorar y compartir el placer es que lo desees, nadie tiene la varita mágica de tu placer. El placer es tuyo y, por tanto, el placer que te pueda proporcionar la otra persona o personas va a depender sobre todo de tu deseo.

Puedes desear compartirlo con alguien de tu mismo sexo o del sexo contrario y, ya que los genitales de la mujer los conoces, vamos a describir los de los hombres. Recuerdo que no quiero dar una lección exhaustiva de anatomía que podréis encontrar en cualquier atlas de anatomía. Es una mera descripción de los mecanismos implicados en la reproducción y el placer.

El aparato reproductor masculino consta de testículos y epidídimos que están contenidos en una especie de bolsas llamadas escrotos, los conductos deferentes, las vesículas seminales y los conductos eyaculatorios como la próstata, las glándulas de Cowper y el pene. Las partes más visibles son el pene y los escrotos.

El pene, en su interior, está compuesto principalmente por los cuerpos cavernosos y los esponjosos, la uretra y las venas encargadas de irrigarlo.

Cuando se produce la excitación estos cuerpos cavernosos y esponjosos se llenan de sangre produciendo la erección, cuyo tamaño va a depender de la excitación y de la cantidad de sangre circulante, si se ha bebido poco liquido y hay un poco de deshidratación habrá menos sangre en el cuerpo y, por lo tanto, se podrá disponer de menos para llenar los cuerpos esponjosos y cavernosos. El que la erección sea más alta o más baja va a depender de los ligamentos y tendones que se van distendiendo con la edad. Para que la sangre del abdomen entre en el pene es necesario estar excitado y, al mismo tiempo, no estar en tensión por ningún otro motivo; en caso de tensión la sangre no afluirá y desaparece la erección, este es el mecanismo de muchos “gatillazos”. Cuando un hombre está más preocupado por el placer de su pareja que por el suyo esta preocupación puede interferir en la afluencia de sangre dificultando la erección.

sexualidad-1En su parte exterior más distal encontramos la cabeza, llamada glande -que es la parte más sensible de los genitales masculinos-, es la parte con las terminaciones nerviosas que llevan la señal de placer más rápido al cerebro, está unido al resto del pene por el cuello y se rodea de un anillo o collar cuya estimulación mediante caricias proporciona un gran placer. El pene y el glande se encuentran protegidos por una piel llamada prepucio que esta suelta y se une al cuello mediante el frenillo.

Una diferencia con los genitales femeninos es que los orificios para orinar y eyacular no están separados, hay un único orificio que es el meato urinario.

En la base del pene y colgando se encuentran dos bolsas, llamadas escrotos, que contienen los testículos. Los escrotos acercan o alejan del cuerpo a los testículos para mantener la temperatura estable, porque los espermatozoides mueren con la subida o bajada de temperatura. Otra diferencia con los genitales femeninos es que los testículos no traen desde el nacimiento los espermatozoides, sino que los van fabricando según se necesitan. Una vez fabricados, quedan almacenados por un corto periodo de tiempo y si no son utilizados, bien por penetración o por masturbación, el cuerpo se deshace de ellos en la noche mientras se duerme y por tanto esta muy relajado, es lo que llamamos una polución nocturna. Los espermatozoides para desplazarse y alimentarse utilizan el líquido espermático que vierten en su recorrido, vesículas seminales, próstata y las glándulas de Cowper.

Las glándulas de Cowper entran en funcionamiento nada más comenzar la excitación y la erección con un doble fin: limpiar la uretra de restos de orina y de los espermatozoides de la eyaculación anterior, también de cambiar el Ph dentro de la vagina para que los espermatozoides puedan vivir. Estos espermatozoides pueden embarazar al igual que los de la eyaculación. Por eso se dice: “cuidado que antes de llover chispea”. Si no utilizamos ningún método anticonceptivo y no queremos quedarnos embarazadas, el pene no se pone en contacto con los genitales femeninos hasta que no está en erección y le hemos puesto un preservativo.

Una pregunta que nos solemos hacer es si el semen formado por los espermatozoides y el líquido espermático se puede tragar. Su composición es agua, proteínas, sal y azúcar. Si la persona está sana no trasmite enfermedad alguna por lo que se puede tragar y, si te apetece, puede ser una fuente de complicidad y placer.

REFERENCIA CURRICULAR

Foto-OfeliaOfelia López Belay es licenciada en Psicología, con dos especialidades: Clínica e Industrial. Además, es terapeuta sexual y máster en sexualidad por la Fundación Sexpol. Durante su carrera profesional ha impartido cursos y seminarios sobre sexualidad, en particular sobre sexualidad para adolescentes, personas adultas y mayores. Atiende y asesora en consulta a personas con problemas sexuales y/o de pareja, tanto de manera presencial como por vía telefónica e internet. Igualmente, trabaja en la Escuela Municipal de Salud de Móstoles, donde, además de abordar problemas relacionados con la sexualidad, imparte cursos sobre memoria, sueño, salud psicosocial de la mujer, control del estrés, habilidades sociales, drogas, comunicación y deshabituación tabáquica.

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