El mes de octubre trajo a las ciudades gemelas el octavo Festival de Cine Latino, una fiesta maravillosa de lo mejor del cine latinoamericano que ahora se disfruta desde casa, dado que las salas de cine siguen cerradas. Entre las excelentes películas vistas, quiero en esta ocasión hablar de Valentina (2020), la ópera prima del director Cássio Pereira dos Santos.

La película, protagonizada por la actriz Thiessa Woinbackk, nos cuenta las dificultades que Valentina afronta por ser una joven adolescente trans. A pesar que las leyes indican que tiene derecho al nombre social, es continua y constante su lucha por lograr vivir una vida como ella ha elegido hacerla. A pesar de tener el completo apoyo de la madre y, posteriormente, el del padre, Valentina está indefensa ante una sociedad que violenta lo que no entiende, agrade aquello que cuestiona la supremacía masculina y margina a quienes no se dejan someter por los roles de género establecidos. Thiessa Woinbackk recibió el premio Outfest por su actuación como Valentina y el Festival de Cine Latino otorgó a la película el premio del público.

Podemos identificar en Valentina una intención de instruir en lo que es una identidad trans y en los problemas más comunes que enfrentan aquellos que la poseen. Ello se evidencia en la mención detallada a las leyes y la puesta en escena de situaciones conflictivas que surgen en la vida de Valentina y que escapan completamente a su control. Ella desea mantener discreción sobre su identidad de género, pero ello se hace difícil en el pueblo pequeño al que se muda, e incluso en la ciudad abundan las situaciones en las que debe mostrar oficialmente quién es, haciendo visible el contraste entre cómo se ve y lo que los documentos dicen.

Sin embargo, el carisma, la solidaridad y la generosidad de Valentina hacen que se encuentre diferentes aliados en el camino. Su principal aliada es su madre, pero incluso con el soporte familiar el peligro la acecha en cada esquina, lo que frustra a su padre y a su madre pues no está en sus manos darle a su hija el ambiente de seguridad y paz que ella desea y merece, en un entorno en el que las fuerzas más conservadoras consideran la sola presencia de Valentina como una amenaza.

Aunque por momentos la trama vislumbra desenlaces trágicos y parece llevarnos hacia la desesperanza, termina mostrándonos cómo el valor, la unión, la solidaridad y la persistencia son las armas requeridas para atacar a la hipermasculinidad y al machismo que la circunda. Es imposible no ver la película y no desear ayudar a Valentina a construir ese lugar de armonía y paz que busca, en el que pueda realizarse como adulta y como una ciudadana útil e importante de nuestra sociedad. Valentina posee la inteligencia, el deseo y el valor para superarse y nada ni nadie debería impedirle seguir sus sueños.

Creo que es tremendamente importante que el cine nos muestre imágenes positivas de las mujeres trans, personajes bien construidos que superan los típicos clichés en los que han sido encasilladas por mucho tiempo. Esto está plenamente logrado por Pereira dos Santos. A su vez, se deja ver cómo el ambiente nutricio de la familia es crucial para afirmar la identidad, el afecto y la lucha de las personas trans. Como cualquier adolescente, Valentina debe sortear los retos de crecer y madurar, pero como mujer trans está en riesgo mayor, sin embargo, nunca la muestran ni sumisa ni débil, ella en todo momento reacciona y defiende su derecho a vivir y a ser ella misma. En suma, Valentina es un logrado, educativo y modélico ejemplo para otras jóvenes como ella.

Ficha técnica de la película:

https://www.imdb.com/title/tt11111232/

Ficha técnica del director:

https://www.imdb.com/name/nm3745539/

REFERENCIA CURRICULAR

Bethsabé Huamán Andía es crítica de cine y crítica literaria. Escritora, Feminista y pescetariana. Licenciada en Literatura, magister en Estudios de Género y Doctora en Literatura.

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