Revista con la A

25 de enero de 2018
Número coordinado por:
Alicia Gil Gómez
55

La paz en los conflictos. Las mujeres en los procesos de paz y negociación

¡Sí se puede! Conoce a Dolores Huerta

Las historias de mujeres luchadoras son millones y todas ellas son inspiradoras. En nuestro presente de violencia, de corrupción, de oportunismo y muchas veces de desesperanza y pesimismo, las voces de las personas de carne y hueso que han moldeado nuestra realidad se hacen imperiosas, aunque la mayoría de ellas quieran ser dejadas en el olvido y sean desconocidas, está en nosotros y nosotras conocer y difundir que la lucha no es ni será en vano.

Dolores (2017) es el documental que Peter Bratt realizó sobre la activista social Dolores Huerta, producido por Carlos Santana. Escrito por Peter Bratt y Jessica Cogdon, Dolores habla del trabajo que por años Huerta realizó junto con César Chávez para fundar la Asociación National de Trabajadores Agrícolas (National Farm Workers Association) en California. Pero Dolores, no habla sólo de avatares políticos, sino también de la Dolores madre, esposa, niña.

Se trata de un documental imprescindible, especialmente para la población viviendo en los Estados Unidos dado que devela un lado oculto y negado del “sueño americano”, el de la explotación, el de la discriminación, el de la represión. Pero a su vez nos narra un importante y trascendente legado de lucha, de victorias, de derechos que han sido ganados a pulso por esos mismas personas explotadas, discriminadas y reprimidas.

Como es sabido, Estados Unidos recibe cada año una amplia población migrante, mucha de ella ilegal, para trabajar en los campos de cultivo, en condiciones deplorables de explotación. Es tan conocido este hecho que parece inevitable. Sin embargo, la historia que a través de la figura de Dolores Huerta se cuenta nos habla de muchos héroes y heroínas silenciosas, que dieron su tiempo, su fuerza, hasta su vida, por mejores relaciones de trabajo, por contratos justos y porque la y el trabajador agrícola, en todo el mundo despreciado y explotado, se vea como lo que es, una y un trabajador digno e indispensable para la subsistencia humana. Esos son algunos de los logros que la Asociación National de Trabajadores Agrícolas, posteriormente transformada en Trabajadores del Campo Unidos (United Farm Workers – UFW), logró y no ha dejado de velar por el bienestar de sus integrantes y de la sociedad en general.

Dolores Huerta tuvo once hijos (hijos e hijas), lo cual parece imposible para una mujer que trabajó sin descanso organizando a la población y luchando por los derechos de las y los trabajadores y migrantes, es decir, que entregó su vida a esta lucha y no a acumular o ganar riqueza material que legar a sus criaturas. En efecto, ese es quizá el lado más controversial de su vida. Sus hijos e hijas que hoy la admiran y luchan a su lado no pueden negar la soledad y a veces el abandono en el que vivieron. Sin embargo, como personas adultas son capaces de entender que la sociedad en la que habitamos valora y tiene por virtud máxima en la mujer la abnegación, el sacrificio y la obediencia y que, por el contrario, mira con malos ojos la valentía, la rebeldía y las luchas emprendidas por las mujeres, si ello implica hacer a un lado su rol como cuidadoras. Eso que tal vez no se reprocha y en cambio se exhorta en los hombres, los ideales, se juzga y se censura en las mujeres, en las madres. En contra de los roles sociales, en contra del qué dirán, Dolores Huerta le ha dado a sus hijos e hijas algo que tal vez no muchas madres dejan como herencia, una razón por la cual luchar, un ideal, una convicción en la participación social, en los derechos de las y los trabajadores, en que es posible hacer un mundo mejor.

Dolores se presentó en el Festival de Cine de Nueva Orleans en octubre del 2017. Me pareció un documental fundamental, sobre todo porque siendo yo feminista desconocía completamente el nombre y la historia de esta mujer que había cumplido un rol tan importante en la historia de los derechos humanos del país en el que ahora vivo y, sobre todo, un rol decisivo para la población latina y migrante de este país. Sin embargo, me sentí completamente identificada con esas contradicciones que como mujer debió enfrentar Dolores y el dolor que sus hijos e hijas debieron sentir. Me ayudó a comprender algo que por esencial tal vez me había pasado desapercibido, yo también tuve el honor de tener una madre luchadora, una activista feminista que trabajó y sigue trabajando por los derechos de las mujeres en el Perú. Muchas veces no estuvo conmigo, muchas veces la esperé hasta muy tarde, pero lo que tal vez fue incomprensión y tristeza, ahora es alegría y orgullo porque soy consciente que mis luchas y mi vida se ha moldeado indestructibles desde esa experiencia.

Dolores Huerta, a sus 87 años, sigue luchando y sigue enseñando a las y los trabajadores cómo luchar. Difundan su legado y su historia. Y sobre todo tengan claro que todos los derechos de los que gozamos hoy han sido forjados por hombres y mujeres que nos predecedieron, que por ellos y ellas y por nosotras y nosotros mismos no podemos parar. ¡Sí se puede!

 

Enlaces de interés

Fundación Dolores Huerta

http://doloreshuerta.org

United Farm Wokers

http://ufw.org

Dolores trailer en inglés:

https://www.youtube.com/watch?v=9×3-ga2P1hc

 

 

REFERENCIA CURRICULAR

Bethsabé Huamán Andía es Crítica de cine y crítica literaria. Escritora y Feminista. Licenciada en literatura, magister en estudios de género y estudiante del programa de doctorado en español y portugués en la Universidad de Tulane, Nueva Orleans.

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