Sagitario
Noveno signo del Zodiaco, tercer y último mes del otoño. Signo de polaridad masculina. Elemento Fuego Mutable. Planeta regente Júpiter. Dios de la abundancia, la benevolencia y la generosidad.
Este signo de Fuego, del color azul de la llama (los anteriores fueron Aries y Leo), preside el último mes de otoño sirviendo de puente para alcanzar el comienzo del invierno. El signo anterior, Escorpio, representa la muerte en cualquiera de sus manifestaciones, ya sea la muerte de la vegetación, la muerte física, la psicológica o la muerte a cualquier otro tipo de estado, por lo que está presente, por ejemplo, en la menopausia de las mujeres lo que supone morir a un situación fértil para pasar a una época que plantea el comienzo del declive físico, de la senectud, que puede acompañarse de una muerte psicológica como es la depresión. Después de esta experiencia, en muchos casos traumática, Escorpio plantea el significado de regeneración y renacimiento a una situación distinta pero llena de futuro y esperanza; de hecho, Sagitario es uno de los signos más prometedores y fructíferos del Zodíaco. Después de la muerte de Escorpio nada permanece como era pero todo se prepara para una renovación, ya sea en la vegetación como en la experiencia humana; aparecen las ideologías de todo tipo que buscan desentrañar el misterio que pueda explicar el sentido de la vida y de la muerte, así como los misterios que las acompañan, convirtiendo a la muerte en una experiencia que permite una vida distinta, ya sea porque pensemos que hay otra vida posterior o porque la experiencia madura y despierta el intelecto para comprender y buscar intelectualmente las respuestas a las incógnitas suscitadas. En la experiencia humana, a partir del signo de Libra, la formación individual y sus intereses han quedado atrás dando paso a la experiencia social de forma integrante, algo que el signo de Escorpio hunde en su cuerpo y sus glándulas transformando al gusano del egoísmo individual en la crisálida que volará hacia la luz, que en este signo de Sagitario se identifica con la flecha que lanza el centauro. Este medio animal medio humano tiende su arco tenso hacia una meta definida.
Mientras que en el signo opuesto, Géminis, el ser humano absorbe información de todo tipo, necesaria para su formación como individuo y el desarrollo de su personalidad, que logrará establecer en el siguiente signo de Cáncer, construyendo una compleja red de comunicaciones y un sistema nervioso adecuado a este tipo de información, Sagitario utiliza esta red pero no la dirige al propósito individual sino colectivo, las comunicaciones han de ser de relación social que permitan romper las barreras que interfieran en la comunicación entre sociedades y países, por eso establece complejas líneas telefónicas, telegráficas y de comunicación aérea, por tierra o por mar que lo permitan. Al tiempo, elabora redes de leyes, ordenanzas y regulaciones que permitan que el organismo social funcione satisfactoria y seguramente. Todo lo cual es índice de actividad mental y de inteligencia, razón por la que los dos signos, Géminis y Sagitario, y sus planetas regentes Mercurio y Júpiter, así como Virgo también regido por Mercurio, son signos y planetas mentales. Géminis representa la mente concreta trabajando desde la lógica en la esfera de la individualidad, mientras Sagitario y su planeta funcionan dentro de la gran esfera social desde una mente abstracta e intuitiva que trata de imponer las leyes de la ética. Virgo, signo de tierra, establece un puente entre ambos signos que representan el mundo de las ideas acercándolas a la vida diaria desde un punto de vista ordenado y práctico.
Este signo de fuego trata de neutralizar lo ocurrido con los signos de fuego anteriores, Aries y Leo. En todos los signos de fuego se trata el concepto de “yo”, la fuerza moral y la voluntad, pero Sagitario los equilibra haciendo que los intereses individuales, la voluntad y la ética sirvan a una ley superior interesada en el buen funcionamiento colectivo. Sagitario tiene su origen en Escorpio, agua de disolución, estancada, a menudo putrefacta, instintiva, apasionada, signo de poder que busca siempre los niveles más altos, niveles que encuentra en Sagitario, para lo que antes tiene que convertir la voluntad en aquella que se sostenga en la fuerza de la ley moral.
Entender cómo lo hace se explica a través de su símbolo, el centauro, símbolo triple compuesto por animal, ser humano y arco, situados de forma jerárquica y superpuesta, a diferencia del signo opuesto, Géminis, que establecía su dualidad de forma paralela. El caballo representa un poder animal positivo-masculino diferente de otros animales, por ejemplo el toro de Tauro como símbolo de poder genésico es inconsciente e indomable, mientras que el caballo de Sagitario puede ser empleado y domado por la persona que lo monta, por lo que la mitad de este signo es energía y la otra mitad la persona que domina esta energía, aunque su empleo pueda ser constructivo o destructivo dependiendo de que la voluntad y la ética controlen el poder del caballo, figura que recuerda al jinete dominando los instintos y el poder animal haciéndose uno con él y convirtiéndole en un instrumento incondicional de éste. El peligro es que, en ocasiones, el caballo se convierta en asno.
En la mitología, los centauros son hijos de Gea, la Tierra, fruto de la identificación del ser humano con las energías del planeta que este signo identifica con el poder generado por la sociedad y las complejas relaciones entre los seres humanos, lo que le da el poder. El problema es canalizar adecuadamente ese poder. La dirección correcta que debe tomar está representada por el arco, en el que se tensa una flecha a 45º exactos, tercer aspecto de esta energía. Este ángulo, desde el sentido de investigación física, es la energía potencial en fuerza acumulada en el momento en que está por descargarse y con la que se obtiene la mayor distancia.
La persona de este signo es fundamentalmente eficaz y esa es una de sus virtudes, ya sea dirigiendo esta eficacia al trabajo y su dirección como a cualquier otro aspecto de la vida, organizando el desgaste de energía para conseguir la máxima eficacia y la mínima pérdida. Adopta la máxima de Virgo: “con el mínimo consumo de energía y tiempo el máximo provecho”, añadiendo “mayor rapidez y mayor alcance”, razón por la que las comunicaciones y el comercio, establecidos en el signo opuesto de Géminis, se convierten en Sagitario en redes de comercio exterior encaminadas al comercio entre sociedades y países. Las flechas del centauro van dirigidas a las estrellas, a la luz del Todo, lo más alto posible imaginado, símbolo de la energía puesta en el mundo. Lo que ocurre aquí se parece al acto de nacer pero a otra dimensión. Los antiguos ponían en manos de Artemisa, diosa del nacimiento, el arco y la flecha como símbolo de la naturaleza siempre pronta a dar a luz, con lo que la fecha disparada se convierte en símbolo de la transformación de la energía potencial en energía cinética. El arquero de Sagitario no apunta ciegamente, lo hace a una meta de superación con una flecha encendida que ilumina el camino por delante del ser humano al encuentro con la iluminación universal. Para entender esta dirección hacia arriba tenemos que tener en cuenta el órgano que rige, la cadera, que permite al ser humano mantenerse elevado, erguido, derecho, a diferencia de los animales que yacen en el suelo a cuatro patas, por tanto símbolo de elevación humana ascendiendo desde el grado animal, lanzando el caballo de los instintos en una carrera hacia adelante, de superación social, mientras mantiene la mirada puesta en lo más alto y a la mayor distancia.
Por todo ello, Sagitario utiliza las enseñanzas de los signos anteriores, y especialmente las del signo opuesto, tratando de romper barreras como símbolo de elevación y superación. Así, los viajes de pequeño alcance que se desarrollan en Géminis, en Sagitario son de largo alcance permitiendo comunicar unas sociedades con otras. El movimiento y la flexibilidad de Géminis, así como el cuidado del cuerpo a través del ejercicio físico que se encuentra en Virgo, Sagitario lo utiliza para conseguir nuevas metas olímpicas como ejemplo de superación. Los estudios de Géminis, simbolizados por el parvulario y la preparación intelectual en la adolescencia, en Sagitario suponen el acceso a la Universidad y las titulaciones superiores que le dan un grado mayor de valoración y capacitación social, representando también los intercambios culturales entre países. Ocurre lo mismo con el lenguaje, en Géminis se desarrolla pero Sagitario lo convierte en “don de lenguas” teniendo una gran facilidad para los idiomas. Si en Libra se encuentra la búsqueda de la igualdad a través de acuerdos y contratos legales que lo permitan, Sagitario lo eleva al nivel de la jurisprudencia y el desarrollo de la ley más allá de los intereses personales y nacionales, surgiendo con esta energía todo tipo de leyes internacionales encaminadas al buen trato entre sociedades y personas distintas, así como cualquier intercambio cultural o comercial entre ellas.
Se puede resumir la personalidad de Sagitario como preocupada por la eficacia en el trabajo, dirigiendo y organizando la energía para conseguir mayor poder desde un sentido de interconexión. Su mentalidad es obstinada e inflexible viéndolo todo desde la perspectiva de organización, ley y ética, procurando a través de estos dos conceptos que todo funcione y se interrelacione dentro del organismo social lo más adecuadamente posible. Interpreta más que inventa, encontrando nuevos significados y nuevas dimensiones del pensamiento, aclarando puntos oscuros, pero sin perder el sentido del funcionamiento, de los límites y la forma. Su poder procede de la realidad de lo conocido y de su experiencia, tiene los pies en la tierra y la adora porque es fuente de todas sus energías y conocimientos, pero este poder no lo esclaviza sino que lo utiliza, sabiendo que depende de él para conseguir su máxima eficacia. Por esto le gusta el ejercicio físico y sentir la tierra bajo su pies lo que le permite domar su naturaleza física y animal, en realidad tiene un vago sentido de la individualidad y un sentido irreprochable de lo social que a veces le supone un problema, pudiendo abocarle a la violencia como forma de recuperar su sentido de identidad. Necesita lugares abiertos, habitaciones grandes, espacios despejados e iluminados, a ser posible cerca de la naturaleza. A este signo no le gusta sentirse solo si está limitado por su entorno y le gusta organizar la vida de las demás personas para lo que suele estar dotado, algo que a veces le ocasiona muchas críticas.
El planeta Júpiter, señor de esta energía, es el más grande del sistema solar y confiere atributos de grandeza a Sagitario, incluso físicamente, por lo que desde el punto de vista físico otorga altura y a menudo una configuración grande con tendencia a engordar, sobresaliendo en su físico las caderas (las ancas del caballo) y una dentadura normalmente irregular y llamativa destacando las dos paletas superiores. Es dado a la exageración y a una concepción de que “más es mejor”, lo que puede funcionar con dificultad ya que los excesos pueden abocarle a la sobresaturación, algo parecido a inflar un globo sin detenerse a tiempo antes de acabar estallando, y Sagitario tiende a ser excesivo en todo, en la comida, el gasto, la alegría, los proyectos, el optimismo o el auto engrandecimiento.
Su grandeza se relaciona con valores éticos y morales, también con la clase noble de la sociedad representada en esta energía, algo que, en demasiados casos, no suele ir acompañado del respeto a la ley y la nobleza de conducta que sería lo adecuado en esta clase social. Como el dios mitológico Júpiter, Sagitario tiene una personalidad conquistadora, teatrera, bonachona, paternalista, y siente afición por los disfraces, no hay que obviar que Júpiter, para conquistar a sus amantes, solía disfrazarse de aquello que mejor le conviniese, así que el disfraz es uno de los atributos que festeja.
Este signo representa sobre todo la cultura. Siempre explico en mis clases, simbólicamente, la construcción de un puzzle; las diferentes fichas que aportan información y datos sirven a la mente concreta y lógica, representada por el signo opuesto Géminis y su planeta Mercurio, representando Sagitario la mente abstracta, la capacidad de síntesis y la cultura simbolizada por la imagen total que aparece después de que cada ficha, dato o información ocupe su lugar. En este sentido, hago una analogía con unos personajes y sus hazañas que casi todo el mundo conoce: “Las doce pruebas de Asterix y Obelix”. Asterix, con su casco alado, representa al planeta y dios Mercurio que también lleva un casco con alas, pequeño, ágil, rápido, lleno de curiosidad y de un sano sentido común que le ayuda a resolver problemas. Obelix es grande, gordo, pesado y más lento, como el planeta Júpiter, es fuerte y casi invencible. En una de las pruebas que les imponen los romanos tienen que presentarse ante los cocineros de los dioses y comer lo que les sirvan, ambos lo hacen pero Obelix tiene un apetito insaciable así que los cocineros no paran de preparar manjares al tiempo que su despensa se reduce. Cuando ha acabado con todas las reservas de alimentos, Obelix pregunta a los cocineros “¿es que no hay postre?”. El ansía de conocimiento que posee Sagitario es insaciable, estudia, lee, investiga, prueba de todos los platos del conocimiento celeste reservado a los dioses (conocimiento superiores) y es muy capaz, cuando está suficientemente cultivado, de pedir postre. Representa también la ideología, desde la religión organizada y sus ritos a la política, motivado por el deseo de saber, lo que le permite desarrollar la filosofía y la metafísica estableciendo un orden, conexiones ocultas y posibles correlaciones entre cualquier acontecimiento, que permiten que esta personalidad las interprete y formule en forma de leyes, haciendo posible que viaje por el mundo de las ideas aunque supeditada a las necesidades de la sociedad. La conciencia que posee de estas necesidades le lleva a identificarse con ellas originando su poder como pensadora, profeta y transmisora, interpretando los presagios y los signos de los tiempos al servicio de la comunidad.
En su aspecto negativo esta personalidad funciona con fanatismo y puritanismo, respetando muy poco al individuo al que sacrifica por el bien común, pudiendo convertirse en una persona violenta y cruel, imponiendo su ley moral a las y los demás y a menudo siendo ella misma prisionera de ella, sin haber madurado a la luz de la ética que en vez de procurarle libertad le hace sierva de los principios que predica, con lo que acaba por perder su intuición quedándose en la forma y no en el fondo, en el ritual en vez de en la espiritualidad, convirtiéndose en un ser formalista, sin profundidad.
Con sus aciertos, virtudes y defectos es uno, o quizás el mejor y más benevolente, signo del Zodíaco.
En el próximo número os hablaré de la mitología y las predicciones.
Sagitario
Naturaleza: Bosques. Fin del otoño.
Evolución histórica: Religión organizada. Desarrollo de la ley y la jurisprudencia. Legislaciones. Redes de comunicación extensas por tierra, mar y aire. Aviación.
Fisiología: Caderas, nalgas, hígado.
Aptitud: Inteligencia, Mando, Legalidad, Justicia, Lealtad, Ritualismo, Formalismo, Bondad, Benevolencia, Sociabilidad, Franqueza, Optimismo, Alegría, Organización y eficacia, Filosofía, Idealismo, Don profético, Deporte competitivo, Capacidad de síntesis. Mente abstracta. Espíritu protector.
Ira, Paternalismo, Fanfarronería, Puritanismo y fanatismo, Exuberancia, Despilfarro. Conquistas.
Rige: Ministros de las Iglesias y la Política. Jurisprudencia. Leyes. Deportes. El Extranjero. Idiomas. Estudios superiores. Universidad. Largos viajes. Drogas (caballo). Maderas nobles. Perfumes. Aceites. Vinos espirituosos.
Mineralogía: Estaño
Botánica: Roble. Plantas aromáticas
Dolencias: de los órganos que rige
Elemento: Fuego
Polaridad: Positiva Masculina
Impulso: Mutable
Día: Jueves
María Garrido Bens es astróloga, con una experiencia profesional de 35 años como docente y consultora en el campo de la Astrología tanto personal como mundial. Experta en Lenguaje Simbólico y Mitología aplicada a la Psicología. Profesora de Evolución Mental, Sanación y Meditación. En la actualidad ocupa el cargo de Tesorera de la Asociación con la A