Rosa San Segundo

La ausencia de los estudios feministas reglados en el ámbito universitario ha generado que la sociedad civil organizada, y de forma específica el movimiento feminista, hayan sido la salvaguardia y vanguardia de los conocimientos que atañen a las mujeres

Al inicio del siglo XXI las circunstancias de las mujeres son múltiples y diversas, habiéndose gestado grandes derechos. Sin embargo, las formas de dominación perduran y mutan. Ante el desarrollo actual de un mundo en constante cambio se exige de una mirada analítica crítica y certera de las circunstancias de las mujeres. La ausencia de los estudios feministas reglados en el ámbito universitario ha generado que la sociedad civil organizada, y de forma específica el movimiento feminista, hayan sido la salvaguardia y vanguardia de los conocimientos que atañen a las mujeres.

La expulsión de las mujeres en la ciencia (como en otras construcciones culturales humanas) tuvo un doble resultado: impedir su participación en las comunidades epistémicas que construyen y legitiman el conocimiento, y expulsar las cualidades consideradas más propias de las mujeres de tal construcción y legitimación, e incluso considerarlas como obstáculos. Todo lo cual, fundamenta el sexismo existente en muchas teorías científicas.  El desafío del feminismo desvela esta segregación.

El entramado de la ciencia tiene sesgos sexistas y androcéntricos en teorías y prácticas específicas

Así, el entramado de la ciencia tiene sesgos sexistas y androcéntricos en teorías y prácticas específicas y ha incidido en la organización y contenido mismo de la ciencia y la tecnología. De forma tal, la teoría feminista ha de revisar y poner de manifiesto que se ha de incluir, de manera necesaria, el análisis teórico del feminismo. La mujer ha estado excluida durante milenios de la producción del discurso, del lenguaje y de la ciencia. La ciencia nombra, la ciencia es una terminología, nuestra realidad termina con el lenguaje, aquello que está fuera del lenguaje para nosotros y nosotras no existe. El lenguaje natural y científico invisibiliza a las mujeres, hay ocultación de la mujer en el lenguaje.

Las aportaciones teóricas del feminismo reposan en la conexión que se ha realizado entre conocimiento y poder, no simplemente en el sentido obvio de que el acceso al conocimiento entraña aumento de poder, sino que la falta de aportación de las mujeres a la ciencia no sólo es una pérdida para ellas, es también una pérdida para el avance del conocimiento, porque se estrechan los horizontes de búsqueda. Y es también una pérdida para la democracia, porque todo intento hegemónico, también el del conocimiento, es ética y políticamente inválido.

El futuro del conocimiento y de la ciencia ha de ser una ciencia con valores

Por ello, se hace necesaria la crítica a la metodología científica, que ha recurrido al prestigio alcanzado por la ciencia para ocultar una estrategia de poder. El futuro del conocimiento y de la ciencia ha de ser una ciencia con valores. La incorporación de las mujeres a los contenidos científicos ha de gestar un conocimiento inclusivo, no segregacionista, que promueva el pensamiento crítico. La construcción de una ciencia inclusiva no es una opción es un compromiso ineludible.

El papel de la comunicación es determinante para el avance del conocimiento. Donde la comunicación está supeditada al empleo y difusión de los contenidos, las revistas feministas, en tanto que vehículos para el intercambio, son imprescindibles por los múltiples aspectos que el feminismo teórico aborda, lo que nos lleva a incidir en el valor de las publicaciones feministas, y de forma inherente en la precariedad con la que afrontamos las mujeres los proyectos culturales.

El feminismo teórico cuenta ya con un acervo muy importante, ello ha significado la consolidación de revistas que abordan los temas de las mujeres más actuales, siempre con una visión de la realidad y de los temas novedosa y rigurosa. La Revista con la A, con una trayectoria de más de una década, ha conceptualizado y vertebrado la transmisión del conocimiento especializado en los estudios de las mujeres, desde la especialización feminista, y la necesidad de propagar otras miradas, en tanto que la exclusiva mirada masculina al mundo del conocimiento ha generado un conocimiento sexista y segregacionista.

La Revista con la A ha tratado de contribuir y vehicular los contenidos del feminismo en el ámbito internacional

Las revistas especializadas en feminismo y, de forma específica, la Revista con la A ha tratado de contribuir y vehicular los contenidos del feminismo en el ámbito internacional, con la colaboración conjunta con Latinoamérica, siendo un ejemplo de cómo se puede promover el feminismo y todo su corpus teórico que promueve la igualdad de derechos civiles y reales, el pacifismo, la inclusión, y otros muchos valores, como la aspiración universalista.

Las revistas que abordan los problemas de las mujeres son uno de los vehículos más enriquecedores, pues es importante reparar en los beneficios culturales, científicos y económicos que se deriven de la aportación de las mujeres al conocimiento, en tanto inciden en los espacios culturales, científicos y lingüísticos, cuya unidad constituye un gran acervo cultural que hay que mantener. Las y los responsables políticos son quienes deben colaborar en esta dirección, pues de lo contrario las aportaciones del patrimonio inmaterial de las mujeres, como debiera de ser declarado el feminismo, no sería borrado de cualquier forma.

La revista que hoy nos dice adiós ha abordado aspectos que incumben a los derechos las mujeres, siempre desde una perspectiva concreta, precisa, correcta, que incluye la conceptualización y desarrollo de muchos temas de gran relevancia, y con gran acierto ha sabido desgranar y difundir, imprescindible tarea. La pérdida de un espacio de comunicación de notable relevancia de las mujeres es una pérdida importante que actúa en la actual degradación de muchos de nuestros derechos alcanzados. Es necesaria la toma de conciencia de que las revistas y las asociaciones que defienden los derechos fundamentales y los derechos de las mujeres son un bien primordial que ha de protegerse. Hay una desprotección de los espacios, impactos y movimientos de las mujeres.

Es necesaria la toma de conciencia de que las revistas y las asociaciones que defienden los derechos fundamentales y los derechos de las mujeres son un bien primordial que ha de protegerse

Nos decía Simone de Beauvoir, con espíritu luchador y gran altura intelectual, en La ceremonia del adiós, quien dejó su docencia universitaria para analizar el mundo que le tocó vivir, no es suficiente conocer la verdad, también es necesario hacerla oír, latía en toda su obra su conciencia de comunicar un corpus extenso de pensamiento.

Y hoy, con el pesar de decir adiós a la Revista con la A, hacemos nuestras las palabras de Beauvoir, es hermoso que nuestras vidas hayan podido estar de acuerdo durante tanto tiempo. Con sensibilidad y acierto nos describió cuando irrumpe y golpea el ineludible adiós, así es…  Hemos compartido tanto y seguimos compartiendo, compartimos camaradería, el sueño de la igualdad, la sororidad, la defensa de los derechos de las mujeres, la paz, la ayuda, el pensamiento, la comunidad de valores, y … en ese adiós hay algo que se interpone, la eternidad.

REFERENCIA CURRICULAR

Rosa San Segundo Manuel es Catedrática de la Universidad Carlos III de Madrid en Información y Documentación. Directora del Instituto de Estudios de Género de la misma Universidad. Ha sido secretaria y presidenta de la Junta de Personal de la Universidad Carlos III, habiendo sido, así mismo, directora y secretaria del Departamento de Biblioteconomía y Documentación. Autora de artículos especializados, libros individuales y colectivos. Es feminista, trabaja por la Igualdad y contra la violencia de género y pertenece a varias ONGs.

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