Un nuevo tribunal de la Inquisición en Brasil
Por la importancia del golpe en Brasil, mediante la destitución de la presidenta electa Dilma Roussef, reproducimos, con su autorización, las reflexiones de Clair Castilhos, profesora y activista feminista
Nota de la redacción: por la importancia del golpe en Brasil, mediante la destitución de la presidenta electa Dilma Roussef, reproducimos, con su autorización, las reflexiones de Clair Castilhos, profesora y activista feminista, en su blog: https://claircastilhos.wordpress.com/
19 de abril
Queridas/os compañeras/os, camaradas y amigas/os,
Antes de ayer, 17 de abril, asistimos a un evento macabro y brutal que había imaginado que jamás volvería a suceder en Brasil. Al ver a aquellos hombres y mujeres transformados/as en una horda histérica, trastornados y atrapados en brotes de violencia y degradación personal, escenificando una verdadera sesión de tribunal de la inquisición, donde quemaban a la presidenta de la república, tuve la horrible sensación de haber vuelto a los años de la dictadura militar. Más aún, era esa una hoguera en que aquellas criaturas odiosas exorcizaban el odio, la misoginia, los prejuicios y la truculencia de una actuación política atrasada y primitiva. ¡Confieso que sentí dolor y mucha pena por mi patria/matria amada tan gentil!
La mayor tristeza, sin embargo, fue ver a esas mujeres diputadas que patéticamente expresaban sus votos contra la primera mujer presidenta, a quien condenaban sin que ésta hubiese cometido crimen alguno. Más dramática aún fue su expresión después del voto, pidiendo, con la mirada perdida, una especie de aprobación para esos hombres hostiles y ridículos apostados en las orillas del local de votación. Eran “mujercitas” dando cuenta de su sumisión y su perversidad.
Luego se demostró con éxito el resultado de lo que fue un plan para ultrajar a la democracia brasileña y dominar nuestra economía (o lo que todavía queda de nuestras riquezas), meticulosamente diseñado y ejecutado por el capital rentista internacional, por la burguesía local, por sus representantes en los poderes judicial, ejecutivo y legislativo, por los grandes medios de comunicación al servicio de la enajenación y el embrutecimiento del pueblo. Al principio me quedé arrasada, enojada, triste y sin poder ver alternativas. Pero el odio y la rabia no son buena compañía cuando necesitamos razonar y entender con lucidez estratégica lo que sucede. ¡Sin duda la lucha continúa! Derribamos una dictadura sanguinaria, enfrentamos años de recesión, entreguismo y violencia, pasamos por una liquidación intensa del patrimonio nacional durante la “privataria tucana”, soportamos humillaciones, tristeza, tortura, muerte y desesperanza, pero continuamos. Y ahora que los tiempos nos ponen de nuevo en esas situaciones pasadas, que había imaginado superadas, recordé un poema que se decía mucho en esos tiempos sombríos que ya vivimos y que dedico a los diputados y diputadas que resistieron en esa arena y a todos y todas nosotras aquí presentes:
Tarea
Geir Campos
Morder el fruto amargo y no escupirlo,
pero advertir a otros cuánto es amargo,
cumplir el trato injusto y no fallar
pero advertir a otros cuánto es injusto,
sufrir el falso esquema y no ceder
pero advertir a otros cuánto es falso;
decir también que las cosas cambian…
Y cuando en muchos pulse la noción
— de lo amargo e injusto y falso por cambiar —
entonces confiarle a la gente exhausta el plan
de un mundo nuevo y mucho más humano.
17 de mayo, 2016
Nosotras, mujeres integrantes de la Red Nacional Feminista de Salud, Derechos Sexuales y Derechos Reproductivos (Rede Nacional Feminista de Saúde Direitos Sexuais e Direitos Reprodutivos) manifestamos públicamente nuestra posición ante los recientes acontecimientos políticos sucedidos en Brasil.
Manifestamos nuestra indignación y nuestro sentimiento de irreprimible necesidad de lucha a favor de la normalidad democrática y la continuidad del proceso civilizatorio del país y de su pueblo.
Al ser testigos de la conspiración que culminó con la destitución de la Presidenta Dilma Roussef, es bueno recordar la primera frase de “El proceso” de Kafka: “Ciertamente alguien había calumniado a Josef K pues sin haber hecho nada malo, una mañana fue detenido”. Y así fue. Una presidenta a la que no se le había comprobado ningún delito para que pudiera iniciarse un proceso de impeachment, fue juzgada por una Cámara y un Senado, presididos por criminales, acompañados de decenas de diputados federales y senadores que llevaban dados cargados, verdaderos delincuentes para conformar un tribunal de excepción. El golpe fue cuidadosamente planeado y ejecutado por las fuerzas más conservadoras del Brasil. Es decir, el capital rentista internacional, el empresariado parasitario, un poder judicial aletargado y cómplice, unos medios hegemónicos, representantes del anti-periodismo, meros ventrílocuos de calumnias, intrigas y mensajes rabiosos, orquestados por la clase dominante y por los derrotados de 2014. Uno de sus objetivos era instigar la exacerbación del odio de clases y de la misoginia, que se desbordaron en las calles. Hubo sectores de la población que se apropiaron de los colores de la bandera como si los símbolos nacionales fueran objetos al servicio de la enajenación y del analfabetismo políticos. Como una fuerza avasalladora, afloraron el machismo, la agresión sin límite, la vulgaridad y la violencia contra la principal autoridad del país, electa de manera legítima.
El espectáculo más degradante, con todo, fue el “show del horror” protagonizado por la Cámara Federal el 17 de abril y luego en el Senado. Hoy ahí está el nuevo gobierno. Un conjunto de hombres blancos, ricos, conservadores, transpirando machismo, homofobia, autoritarismo. Ansiosos de arrodillarse frente al capital internacional, de entregar las riquezas que todavía queden después de “privataria tucana” [piratería privatizadora del PSDB] de exterminar todo y cualquier avance de las luchas sociales de las mujeres, las y los negros, LGBTs, campesinado, obreros y obreras, quilombolas, jóvenes y seres humanos oprimidos en general.
Ya se iniciaron los cambios en los ministerios; empresarios y banqueros ya empezaron a cobrar la factura, los vasallos del golpismo se aprestan a obedecer. La infamia es infinita pero nuestra perseverancia y resistencia son mayores.
Contra todo este triste y nefasto panorama, contra esa conyuntura adversa y corrosiva, nosotras, mujeres, volvemos a manifestarnos. Expresamos nuestro más profundo repudio y repulsa a los traidores y usurpadores de la legitimidad del gobierno de la república.
¡No al golpe!, ¡No al machismo y a la misoginia! Por la unidad de las fuerzas populares y progresistas!
Traducción: Lucía Melgar
REFERENCIA CURRICULAR
Clair Castilhos Coelho es feminista, farmacéutica-bioquímica, sanitarista, casada, madre de tres hijas, profesora en la Universidad Federal de Santa Catarina. En su blog plantea que el ser de un pueblo de frontera incide en su estilo de vida, propio de la gente de esa región. Le parece que lo más importante es “la sencillez con que se convive con personas de otro país, con otra lengua, con hábitos y costumbres distintos y semejantes. Es un aprendizaje con la diversidad, la solidaridad y el sentido internacionalista de los pueblos, a partir de lo cotidiano y del afectos de dos ciudades del interior”.