Revista con la A

25 de julio de 2015
Número coordinado por:
Lighthouse
40

Liderazgo y emprendimiento femenino

Liderazgo y actitud emprendedora en las mujeres

40-sociedad

Elisa Iniesta y Ana María Julián

Una de las definiciones que ofrece la RAE para la palabra líder es, “persona a la que un grupo sigue, reconociéndola como jefe u orientadora”. La propia definición, a pesar de que habla de “persona”, hace alusión al reconocimiento de la misma como “jefe” (incoherencia gramatical porque persona es del género femenino), lo cual ya nos indica que el vocablo no parece estar inventado para señoras y sí para señores

Una de las definiciones que ofrece la RAE para la palabra líder es, “persona a la que un grupo sigue, reconociéndola como jefe u orientadora”. La propia definición, a pesar de que habla de “persona”, hace alusión al reconocimiento de la misma como “jefe” (incoherencia gramatical porque persona es del género femenino), lo cual ya nos indica que el vocablo no parece estar inventado para señoras y sí para señores.

Una de las mayores fuentes de información de las masas es, en este momento, Wikipedia por su accesibilidad y rapidez en encontrarla. A pesar de que no es nuestra fuente de información predilecta, la escogemos pensando que tiene un gran potencial socializador e informador, y buscamos cuales son las 100 personas que mayor liderazgo han ejercido en los últimos siglos, pensando que miles de usuarias y usuarios consultan cada día este recurso en Internet. Tenemos que descender hasta el puesto número 65, sobre 100, para encontrar a la primera mujer que aparece en este ranking, Isabel la Católica. Al lado dice textualmente: “aunque también Fernando, reyes españoles”. Y la segunda y última mujer, de esta relación de 100 líderes mundiales, ocupa el puesto 94 y es Isabel de Inglaterra. Ello nos podría hacer pensar, en un primer y superficial análisis, que para ser mujer y líder se debe ser reina y llamarse Isabel. El resto de los 98 nombres, que ocupan esta poco rigurosa lista, son hombres que pertenecen a ámbitos tan diversos como la religión, la investigación científica, la filosofía, la realeza, lo militar y político, la literatura, la economía o incluso la aventura. Ámbitos que parecen no haber contado, según este inventario, con mujeres ilustres capaces de liderar procesos.

Seguimos buscando en la red, y descubrimos con enojo, que no con sorpresa, que para encontrar lideresas no basta con teclear en el buscador “líderes en …”, sino que tenemos que teclear “mujeres líderes …”. Y entonces aparecen listados como las Top 100 mujeres en España o 50 mujeres líderes en el mundo.

A las mujeres nos sigue costando un esfuerzo superlativo llegar a los puestos de excelencia, y ni digamos mantenernos en ellos

Podríamos pensar que es cosa del pasado, que ahora la igualdad está conseguida (al menos eso dicen muchos y muchas…) y que avanzamos hacia una mayor visibilización de las mujeres y de sus logros. Pero si nos detenemos un poco, veremos cómo a las mujeres nos sigue costando un esfuerzo superlativo llegar a los puestos de excelencia, y ni digamos mantenernos en ellos. Tenemos tristes ejemplos en el deporte, como el caso de Gala León, Capitana del equipo español de la Copa Davis, que sin tener la posibilidad de demostrar su valía ha sido cuestionada y vilipendiada por el mundo deportivo con argumentos tan peregrinos como que el hecho de ser mujer le impide entrar en el vestuario de los tenistas. Para llorar. O el caso de la Capitana del Ejército de Tierra Zaida Cantero, que tras sufrir acoso sexual en su trabajo (el tribunal militar le dio la razón en una sentencia sin precedentes) ha vivido un auténtico vía crucis que le ha llevado a abandonar las Fuerzas Armadas, mientras su agresor apenas ha notado las consecuencias de su miseria. Mucho menos exigente parece el criterio para los líderes masculinos que a pesar de maltratar a sus parejas o ex parejas, como es el caso de los jugadores de futbol Juanele o Rubén Castro, son jaleados y animados por sus seguidores, sin consecuencias legales. A este tipo de conductas, la filósofa Alicia Miyares les llama parte de la “revancha del patriarcado”, ya que son conductas permitidas y toleradas en un contexto gubernamental que ha criticado e impugnado las leyes progresistas de este país que han regulado este tipo de situaciones, y en lugar de derogarlas han optado por una vía de menor coste político que es dejarlas sin contenido, sin desarrollo y sin presupuesto.

Si entendemos que en muchas ocasiones somos quienes somos por los referentes que tenemos en nuestro entorno, al enlazar los datos anteriores con nuestra capacidad emprendedora el resultado debería ser que, ante los escasos ejemplos de lideresas, nuestra iniciativa para emprender debería ser muy baja y, cuando se produce, poco exitosa. Sin embargo, según los datos facilitados por la Unión de Asociaciones de Trabajadores Autónomos y Emprendedores (UATAE), tras analizar los datos de afiliación publicados por el Ministerio de Empleo en julio de 2014 se deduce que, desde junio de 2013 a junio de 2014, la tasa de crecimiento femenina ha sido un 75% superior a la de los hombres emprendedores. Y que probablemente uno de los motivos sea por la necesidad de emprender como única vía para encontrar un trabajo para muchas españolas, con los peligros que ello conlleva. Y, así leído, la cosa tiene mérito: sin referentes mediáticos de liderazgos femeninos, con mensajes subliminares de que el emprendimiento es más bien cosa de hombres, porque las mujeres somos supuestamente más emocionales, menos arriesgadas, más inseguras… cuando emprendemos, ponemos todo nuestro empeño, sabiduría, responsabilidad, ilusión, garra y conocimiento, lo dicen las cifras, son infalibles.

Ello nos lleva a pensar que, a pesar de que vivimos en una sociedad eminentemente patriarcal en la que el reconocimiento no existe para las mujeres, las mujeres somos las que seguimos cambiando el mundo desde la cotidianeidad que es el único espacio que nadie nos discute. Con pasitos pequeños, con cierto anonimato porque no se nos da difusión, con esfuerzos colectivos que nos dan la fuerza de Atenea, conseguimos desde la construcción de nuestro trocito de futuro hasta la dimisión de ministros misóginos, o parar leyes que pretenden decidir sobre nuestro cuerpo.

¿Liderazgo y capacidad de emprender empresas? Los tenemos desde que hay vida inteligente. Otra cosa es que el sistema ponga todo su empeño en ocultar nuestros logros, pero por eso, porque lo personal es político, se inventó el feminismo. Y no para incordiar, como algunos se empeñan cada día en afirmar.

 

REFERENCIAS CURRICULARES

Ana María Julián es Licenciada en Derecho por la Universidad de Valencia. Máster Oficial Interuniversitario-Internacional en Igualdad y Género. Especialidad Políticas Públicas en el ámbito público y privado. Postgraduada en Talleres de Igualdad por la Universitat Jaume I (UJI).

Elisa Iniesta es Licenciada en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid. Máster Oficial Interuniversitario-Internacional en Igualdad y Género. Especialidad Políticas Públicas en el ámbito público y privado. Postgraduada en Auditorías de Igualdad por la Universitat Jaume I (UJI).

En 2012, a la finalización de los contratos de personal técnico en la Unidad de Igualdad de la UJI, fundan la consultora especializada en igualdad de género Equality Momentum, con sede en el ESPAITEC (Parque científico tecnológico y empresarial de la UJI), colaborando con diferentes empresas privadas y públicas, realizando asesoramiento técnico y formación en el Consorcio Hospitalario Provincial de Castellón, la Autoridad Portuaria de Valencia, el Ayuntamiento de Onda, el Ayuntamiento de Castellón, así como empresas privadas como S2 Grupo, Iproma, Torresport, o la propia Universidad Jaume I, habiendo realizado recientemente la evaluación del I Plan de Igualdad de la UJI (2010-2014).

De su experiencia como investigadoras destacan la publicación de una herramienta práctica para realizar auditorías de igualdad, o la introducción de la perspectiva de género en las memorias de los planes de estudio de los grados impartidos en la UJI. Colaboran con el grupo de investigación MPAGER (Multidimensional Psichological Approach Gender Emotion Regulation), liderado por la Doctora Eva Cifre y participan activamente en el GIE (Grupo de Innovación Educativa) Educación Crítica y Género coordinado por la catedrática Consol Aguilar, en la Universidad Jaume I de Castellón. Además colaboran con otros grupos de investigación, aportando la perspectiva de género en proyectos de diversa índole. Han presentado diversas comunicaciones y participado en jornadas y congresos como ponentes. Recientemente han participado en la redacción de un capítulo sobre Políticas Públicas de Igualdad en el ámbito de la salud en concreto, Género, Salud y Trabajo.

Elisa Iniesta y Ana Mª Julián son socias fundadoras de la Asociación por la Igualdad de Género de Castellón, Asociación en la que ocupan actualmente la presidencia y la secretaría respectivamente. Forman parte, además, de la Junta Directiva de la Federación Estatal de Asociaciones Profesionales de Agentes de Igualdad (FEPAIO).

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