Fútbol y misoginia
La reciente llegada de la futbolista Alex Morgan al club del Olympique Lyonnais y los comentarios machistas de carácter sexual que han seguido esta noticia, me motivan a escribir hoy sobre el sexismo y la misoginia que siguen muy presentes en el mundo del fútbol.
Los ejemplos son demasiados numerosos para mencionarlos todos pero me gustaría recordar un ejemplo típico que me había marcado. En mayo del 2014, Helena Costa debía ser la primera mujer en entrenar un equipo profesional de fútbol: el Clermont Foot, en Francia. Este anuncio provocó muchas discusiones: hubo quienes se alegraron por esta decisión histórica y quienes se sublevaron en contra de algo tan “absurdo”: “¿cómo puede una mujer dirigir a un grupo de hombres?”. Pero al final, a causa de desacuerdos internos con el club, Helena Costa acabó por rechazar el puesto poco antes del inicio de la temporada. Apenas se hacía pública su decisión una avalancha de críticas e insultos invadía las redes sociales: “inicio de las rebajas coincidiendo con el inicio de la temporada”, “menstruación”, “caprichos de las mujeres”, “todas iguales”, “gorra”… Muchos propósitos tan inaceptables los unos que los otros. Al fin y al cabo, fue reemplazada por otra mujer, Corinne Diacre, que sigue hoy en día ocupando el puesto y cuyo aporte positivo al club ya no hace falta demostrar.
El tiempo pasa pero parece que las mentalidades machistas no evolucionan mucho. Hace pocos meses, Nathalie Boy de la Tour fue nominada en Francia a la presidencia de la Liga de Fútbol Profesional. Habríamos debido alegrarnos de este tímido inicio de feminización del fútbol, pero eso era sin contar con los comentarios agresivos y degradantes de internautas misóginos: “otra más que se tiró al jefe”, “¿quién cuidará de los niños?”, “le queda algo en la boca…”, “está bien… por si hay que lavar vasos después del aperitivo”… Mientras el objetivo es lograr una igualdad entre mujeres y hombres en nuestra sociedad, ¿cómo se pueden seguir escuchando y aceptando propósitos de este tipo? ¿Qué es lo que molesta tanto en el hecho de que mujeres puedan ocupar, ellas también, puestos con responsabilidades en el ámbito deportivo?
Incluso en el mundo virtual, no se les da la bienvenida a las mujeres. Cuando EA Sports anunció que en Fifa 2016 se podrá jugar, por primera vez en este famoso videojuego, con selecciones femeninas, los aficionados expresaron su descontento. Recalcaron que esto no interesaba a nadie y que no merecía la pena hacerlo por “los 0,0000001% de jugadores interesados en jugar con equipos femeninos”. Pero, al pensarlo bien, la presencia de mujeres futbolistas en el videojuego no cambia nada a los que quieren seguir jugando únicamente en un universo masculino. Los que critican, sólo tienen que seleccionar su equipo masculino como lo hacían antes, si es lo que quieren. No hay obligación de jugar con estos equipos femeninos pero, por lo menos, una elección es posible para quienes lo desean, y es esto lo que hay que recordar. Después de los comentarios que tienden a disminuir la importancia del fútbol femenino vinieron los que, en vez de ver a deportistas, sólo veían aquí a objetos sexuales con comentarios que preguntaban si habrá una función para desnudarlas o los que hacían mención de sus atributos sexuales.
Dar visibilidad a las deportistas es muy importante y nos podemos alegrar de este pequeño avance en el mundo de los videojuegos. Un avance que no ha dejado de evolucionar ya que, en el Fifa 2017, ha aumentado el número de equipos femeninos. Un aumento que no dejó de contar con los comentarios sexistas en los que las jugadoras de fútbol no son percibidas como tal sino como meros objetos sexuales.
En las coberturas de Fifa 2016 de los Estados Unidos, de Canadá y de Australia aparecen jugadoras de fútbol al lado de Lionel Messi (Alex Morgan en los EE.UU, Christine Sinclair en el Canadá y Stephanie Catley en Australia – sus países respectivos).
Es así como las mentalidades pueden evolucionar: dando visibilidad a las deportistas. Están presentes en el videojuego, así que es normal representarlas en la cobertura. Pero lo que nos parece lógico no lo es para todo el mundo. Sólo hay que ver, por ejemplo, la cobertura española (en la que sólo aparece Lionel Messi) o la francesa en la que es el jugador francés Antoine Griezmann quien está a su lado. Es como si nos dijeran: “las mujeres ya están presentes en el juego, ¡no vamos además mostrarlas en la cobertura!” Esta invibilización es otro desprecio al que deben enfrentarse las deportistas y que debemos combatir diario a diario.
REFERENCIA CURRICULAR
Agathe Ripoche es titular de un máster de Estudios Hispánicos en Francia (Clermont-Ferrand) y de un máster de Igualdad de género en la universidad Complutense de Madrid. Le interesa mucho el deporte femenino. Convencida de que el deporte debe ser tanto femenino como masculino, está involucrada en este tema para que poco a poco cambien las mentalidades. Ha creado un blog titulado Balle de sexisme para informar y denunciar el sexismo y las discriminaciones que sufren las mujeres.