Existe un hilo que recorre desde el Círculo Polar Ártico hasta el Mediterráneo, desde las islas Azores hasta el delta del Danubio. Ese hilo natural, que entreteje el territorio europeo, se llama Red Natura 2000 y acaba de cumplir 25 años.

La Red Natura 2000 surge en 1992 con el objetivo de garantizar la conservación de los hábitats y especies de interés comunitario.

Se protegen 1500 especies animales y vegetales y unos 200 tipos de hábitats. Su objetivo es combinar la protección de la naturaleza y el uso sostenible de la tierra y las actividades económicas asociadas. Todos los seres vivos son importantes para la red.

En la actualidad cuenta con 27.312 espacios que ocupan el 18,12% de la superficie terrestre de la Unión Europea (1,15 millones de kilómetros cuadrados) y el 6% de sus aguas.

Se entendió la necesidad de crear una herramienta que venciera a las amenazas transfronterizas, y que permitiera la coordinación y cooperación entre las entidades políticas/sociales locales, nacionales y europeas, las organizaciones no gubernamentales y la población que reside en cada territorio nacional.

Han pasado 25 años y era hora de realizar un análisis de necesidades para seguir creciendo, sin abandonar el espíritu inicial: el convencimiento de que debemos conservar nuestros entornos naturales para conseguir un desarrollo económico y social sostenible. Sólo unos ecosistemas sanos y biodiversos pueden proporcionar el bienestar a toda la ciudadanía europea.

Lejos de ser una idea romántica, dicha afirmación se basa en datos económicos muy concluyentes. El coste anual está en torno a los 5.800 millones de euros frente a los 200.000-300.000 millones de euros, según el año, de beneficios. Invertir en naturaleza sale rentable.

Otras conclusiones del estudio pasan por la necesidad de formación de jueces y fiscales, de cada uno de los países miembros, en derecho medioambiental de la Unión Europea.

La necesidad de integrar la Red Natura en la PAC (Política Agraria Comunitaria), ante la pérdida acelerada de la diversidad de especies cultivadas, es urgente ya que es vital que dicha red se integre en la política agraria común a fin de incrementar el uso de especies autóctonas más resistentes a los cambios climáticos. Es la misma necesidad de integración de nuestra política pesquera que, ante la sobreexplotación de nuestros caladeros, necesita salir del posicionamiento e interés nacionalista y pensar en colectivo.

La ciudadanía europea no es muy consciente de la herramienta transformadora de la Red Natura 2000, sirvan, como ejemplo, los datos obtenidos en nuestro país, que aun aportando un 27% del territorio y unos 72.500 km cuadrados de superficie marina, el 95% desconocían su existencia.

Conocerla es amarla y conservarla; y la tenemos tan cerca, a unos pasos, raro sería que no formáramos parte de ese 80% de la población española que vive a pocos kilómetros de un trocito del hilo verde más largo del mundo.

REFERENCIA CURRICULAR

Araceli Benito de la Torre es Socióloga e Informática de profesión. Le apasiona la naturaleza y cree en la ecología política y en la egoecología -la necesidad de gestionar de forma más natural nuestro yo interior-. Por eso, imparte cursos de  Inteligencia Emocional y Técnicas de Autoconocimiento. Disfruta aprendiendo de las y los demás y realizando cosas nuevas, por lo que considera que este espacio es una oportunidad para seguir disfrutando y creciendo.

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