El feminismo, una revolución que nos cambia la vida
Como presidenta de la Coordinadora de Organizaciones de Mujeres para la Igualdad (COMPI), propuse una lluvia de ideas completando la frase “el feminismo es útil porque…”. Salieron frases que van desde los impactos en la propia vida hasta los sociales, desde las transformaciones que ya han tenido lugar hasta las por venir
“con la A” me propuso aportar, como presidenta de la Coordinadora de Organizaciones de Mujeres para la Igualdad (COMPI), un artículo para este número sobre la utilidad del feminismo. Pensé que tendría más interés con aportaciones colectivas de COMPI, así que propuse una lluvia de ideas completando la frase “el feminismo es útil porque…”. Salieron frases que van desde los impactos en la propia vida hasta los sociales, desde las transformaciones que ya han tenido lugar hasta las por venir, desde los cambios mentales hasta los materiales, desde lo global a lo sectorial.
“Nos cambia la vida”
Varias respuestas señalan que ha mejorado la vida de cada mujer feminista, al darnos sentido de autoridad personal y colectiva, solidaridad con las otras… recursos para vivir.
- “Nos da la vida y las ganas de vivir una vida que merezca la pena ser vivida. Es útil para comprender que no estamos locas y sabemos lo que queremos”.
- “Ha servido para entenderme, para entender la historia verdadera, las vidas de nosotras, las mujeres, para afianzar nuestros lazos y nuestra historia común, para nuestro rearme”.
- “Me aportó una explicación a la humillación que sentía de adolescente al oír cosas como <<Los chicos tratan de aprovecharse de las chicas, ten cuidado o tendrás mala fama>>… y las ganas de luchar contra eso, y la alegría de encontrar compañeras de lucha”.
“Una revolución”
Otras destacan que es un logro histórico, impulsando un cambio radical en el lugar que ocupamos las mujeres, con grandes impactos sociales:
- “El feminismo es útil porque hace que todas las mujeres, de cualquier clase social, salgan de lo privado a participar en lo público y estemos en los lugares donde se toman las decisiones que nos incumben”.
- “Es la mayor revolución del siglo. Y el instrumento más útil para dignificar y defender los derechos humanos”.
- “El feminismo es útil porque hace una sociedad justa. El feminismo es útil porque elimina la discriminación de género. El feminismo es útil porque crea un mundo más humano”.
“Otra mirada. Instrumento de lucha, mecanismos para los pequeños y grandes cambios”
También hacen referencia al empoderamiento que supone disponer de unas “gafas” con las que analizar las formas de opresión y desigualdad que nos afectan y actuar frente a ellas:
“El feminismo nos supone situarnos en el mundo con un pie propio, sabiendo cual es nuestra situación de opresión , analizando los mecanismos de opresión y subordinación, que pueden ser muy claros y patentes como los que perduran en muchas leyes a lo largo y ancho del mundo, ej-prohibición de interrupción voluntaria del embarazo, matrimonios de niñas en edades infantiles y juveniles, no capacidad de manejar la herencia y la propiedad de la tierra o negocios sin permiso del marido, padre o hermano; o bien mecanismos más sutiles pero no por ellos menos discriminatorios como los salarios más bajos, responsabilizarnos de los cuidados familiares y de dependientes y si no lo hacemos culpabilizándonos por ello; por la tiranía de la belleza y del cuerpo 10; todo ello mantenido con violencia física, psicológica , institucional y simbólica; poniéndonos zancadillas para acceder a puestos de decisión política, económica, social.
El feminismo nos permite analizar todas estas discriminaciones y nos da herramientas conceptuales y prácticas para erradicar la discriminación y la opresión”.
“El feminismo es útil porque trabaja por la implicación de las mujeres en la planificación territorial, pone la vida en el centro de las decisiones urbanísticas y propone transformar la sociedad a partir de repensar los espacios”.
“El feminismo es útil porque trabaja para conseguir la igualdad real para las mujeres en temas relacionados con el urbanismo, la vivienda y el medioambiente”.
Así que me gustaría usar esos epígrafes para abordar el tema “utilidad del feminismo”.
- Nos cambia la vida.
- Supone una revolución.
- Implica un cambio en la mirada que nos proporciona instrumentos de lucha y de cambio.
1.- Nos cambia la vida:
Millones de mujeres en la mayor parte de los países ocupamos un lugar diferente al de nuestras bisabuelas. Hace sólo un par de siglos se nos negaban los derechos de ciudadanía. Hoy, a pesar de que el patriarcado sigue vivo, tenemos más poder sobre nuestras vidas que nuestras antepasadas.
Hoy podemos “entendernos”, analizar cómo la cultura sexista nos construye como “seres para otros”, y para desmontarla avanzamos en nuestro “ser para sí”, enredándonos, pensando y actuando sororidariamente … “situarnos en el mundo con un pie propio”. Profundizamos en la conciencia de las desigualdades y formas de violencia sufridas por ser mujeres, del sexismo alojado en nuestro inconsciente y el inconsciente colectivo, de los cambios individuales y sociales necesarios para disfrutar de vidas más libres.
2.- Supone una revolución:
Desde las llamadas revoluciones burguesas a nuestros días, el camino hacia la conquista del derecho al voto evidenció la enorme cantidad de derechos y espacios vedados a las mujeres: educativos, económicos, civiles… Darnos cuenta era revolucionario, como también lo fue el reconocimiento de muchos de esos derechos en las leyes.
Ante la generalización del papel de ama de casa tras las guerras mundiales, con la consiguiente subordinación económica, social y sexual… se produce la gran ola feminista de los 60-70, que exigió pasar de la igualdad formal a la igualdad real, mediante el avance en la autonomía económica, la libertad sexual… Al grito de “lo personal es político”, lo que pasa dentro de casa es político: se expande la lucha contra la violencia de género en el ámbito doméstico. Lo que pasa con nuestra sexualidad es político: se formula el derecho al aborto, la lucha contra las agresiones y la explotación sexual… Eso supuso una revolución: hace 40 años, estábamos en las luchas por el derecho al aborto. Hace seis, la sociedad movilizada hacía imposibles los retrocesos en este derecho.
Desde los años 80, del pasado siglo, hasta hoy, la incorporación masiva de las mujeres al trabajo retribuido mostró que lo que nosotras hacíamos, cuidar de las personas, es un trabajo, y que dejar a cargo de cada mujer la solución de cómo hacerlo supone una forma de explotación, porque cuidar es cosa de la sociedad en su conjunto. Lo que implica la corresponsabilidad entre mujeres y hombres, y la corresponsabilidad del Estado en los cuidados. Que se sepa que “si las mujeres se paran, se para el mundo” supone una revolución, incluso aunque los avances materiales en la cuestión sean escasos.
3.- Implica un cambio en la mirada que nos proporciona instrumentos de lucha y de cambio:
Cada derecho, cada espacio logrado, muestra la magnitud de la opresión patriarcal, y pone al descubierto todo lo que queda por alcanzar. Ha cambiado la mirada de toda la sociedad. “Lo personal es político”, permitió reivindicarnos como seres humanos con sentido propio, superando el papel de máquinas prestadoras de cuidados y de servicios sexuales y reproductivos… y exigir cambios en las leyes y las políticas. Y ello mediante formas de debate, de elaboración de teoría, de organización y de presión política totalmente nuevas. Conceptos, consignas y propuestas que van de la calle a la academia, de aquí nuevamente a las calles, de ahí a las Instituciones… Las leyes, políticas y servicios contra la violencia de género y por la igualdad, la reivindicación de políticas y servicios de cuidado y su plasmación en lo público son su concreción.
Las gafas violetas llegan hasta las producciones académicas, afinando los conceptos y teorías que generamos, y sacando de las sombras a pintoras, científicas, filósofas, escritoras, sindicalistas, políticas, exploradoras…
En el SXXI nuestra visión ha calado: las grandes movilizaciones de 2014 a 2019, no sólo obligaron al gobierno español a retirar sus retrocesos en la legislación de aborto. Han obligado a instituciones y fuerzas políticas a adoptar, aunque sea en apariencia, un discurso de apoyo al feminismo. Hoy, el rechazo a las agresiones sexuales u otras formas de violencia contra las mujeres, suscitan simpatía social. Hace 30 años no era así.
El optimismo no está de moda, pero permítanme ver la botella medio llena. Aunque las movilizaciones del 2018-19 no se repitan, a pesar de la ofensiva ultraconservadora y neoliberal contra las políticas de igualdad, a pesar de nuestras diferencias o de la acritud de nuestros debates, a pesar de los retrocesos, quiero confiar en nuestra lucha.
Cuando recuerdo cómo nos sentíamos en la Huelgafeminista8m, sospecho que nos queda cuerda para rato.
REFERENCIA CURRICULAR
Ana Hernández Rodríguez es profesora de Secundaria. Coordinó el Programa Educativo para la Igualdad de Oportunidades de Ambos sexos, de la Consejería de Educación del G Canario, entre 1994 y 2003. Además, participa en asociaciones y movilizaciones feministas desde 1975: Asociación de Mujeres Canarias 1975-80, Coordinadora Feminista de Tenerife en la década de los 80, Secretaría de la Mujer en la Unión Insular de CC.OO. desde 1985 a 1990, Asociación Mercedes Machado de Tenerife desde 1992 hasta hoy. Actual presidenta de la Coordinadora de Organizaciones de Mujeres para la Igualdad (COMPI).