Revista con la A

25 de julio de 2016
Número coordinado por:
Lucía Melgar
46

Mujeres y feminismo ante el regreso del autoritarismo

Diana Raznovich, referente del humor feminista

diana-raznovichDiana Raznovich, colaboradora de con la A desde su primer número, es dramaturga (sus obras han sido representadas en distintos países europeos y americanos), novelista, poeta, pero en España es más conocida por su faceta de humorista gráfica, y en Argentina publica en el Diario Clarín una página semanal de humor gráfico.

Estudió literatura en Buenos Aires y durante esa época fue lectora de Jorge Luis Borges, a quien regalaba imágenes interpretadas por su mirada. Se exiló en España durante la Dictadura Militar en los años 70, y despliega su actividad creativa entre ambas orillas.

Ha sido galardonada con la Beca de la John Simon Guggenheim Foundation.

Quizás, debido a que su genética está impregnada de distintas culturas -de ancestros judíos, rusos y austríacos-, nacida en Argentina, de madre odontóloga y padre pediatra, la impronta que produce Diana Raznovich es de una mujer rotunda, algo distante, imponente… Sin embargo, basta con seguir sus obras, con indagar en su biografía, o simplemente conversar con ella, para descubrir a una persona con un alto sentido del humor, sensible, generosa, comprometida con el arte de escribir, con el bien común y con las mujeres, colaborando con su obra gráfica en numerosos proyectos desarrollados por diferentes organismos (seminarios, centros, cátedras, institutos,…) de estudios de género de distintas universidades, de diferentes organizaciones feministas e instituciones.

Diana, aun cuando, como has manifestado en distintas ocasiones, tu medio de expresión es el teatro ¿cómo fue el tránsito hacia el humor gráfico?

Mi medio de expresión varía según mis necesidades expresivas, y el teatro y el humor siempre han convivido en mí. El teatro -yo soy autora- está mediatizado por la Dirección, la Escenografía, la Iluminación y los actores y actrices y esa producción colectiva me apasiona. El humor gráfico no tiene intermediarios, soy yo en conexión directa con las y los lectores. Por eso recurro a cada una de estas expresiones según lo que quiera decir. Me siento muy cómoda en las dos. Y en este ir y venir de la una a la otra. Dibujar y escribir para mí son actividades complementarias y compatibles. Y el humor está presente en mi teatro y en mis dibujos. El humor es el territorio que unifica mi visión del mundo. Tengo una visión muy fuerte de lo ridículos que somos los seres humanos, del mundo absurdo que hemos construido, y creo en la risa como una herramienta lúcida, de alto voltaje crítico.

Tu obra tiene una clara perspectiva feminista… ¿Qué es para ti el feminismo?

El feminismo es un movimiento pacífico, una revolución imparable para lograr la igualdad entre mujeres y hombres. Para mí es una revolución permanente, y que tiene lamentablemente todavía mucho por hacer. Es un movimiento extraordinario, una Utopía realizable, imprescindible para que dejemos de ser un pobre proyecto de humanidad cercenada en su mitad.

¿En qué momento de tu vida te percibiste como feminista?

Mi madre era feminista y socialista, y me transmitió ambas visiones del mundo. Así que como la acompañaba a los mítines y reuniones, para mí fue algo natural, desde la infancia.

En este mundo extraordinariamente convulso ¿qué papel crees que puede jugar el humor? ¿y el feminismo?

El humor no es inofensivo, tiene la misión política y filosófica de desarticular el establishment, lo dado como verdad inmanente. El humor tiene una velocidad que funciona para desenmascarar las solemnidades y vanalidades de los distintos poderes. A mí como feminista me sirve para desenmascarar el machismo, que por cierto lleva múltiples y variadas mascaritas. El humor feminista escasea, el feminismo ha sido excesivamente serio en su afán de ser riguroso. Yo creo que al movimiento feminista le falta tomar por asalto el humor. Creo que crecería muchísimo en llegar a la gente, porque el humor encuentra siempre complicidades y es de impacto directo. Y por esa razón es popular. Los y las humoristas tenemos verdaderos fans, somos como estrellas de rock, y nuestros trabajos van a parar a las neveras de la gente, a sus despachos, a sus paredes. Y eso genera complicidad, que el feminismo no ha sabido utilizar.

¿Por qué hay tan pocas mujeres que se dediquen al humor gráfico? ¿o es que, al igual que en otros ámbitos, también están invisibilizadas?

El humor implica una toma de poder, implica reírse de, burlarse de, generar risa en torno a. La educación tradicional de las mujeres siempre estuvo ligada al sufrimiento, a la renuncia, a la abnegación. Los hombres son los que se han tomado la risa y la burla como un instrumento masculino, por expansivo, por ostentoso. Las mujeres temen mucho ser criticadas, temen burlarse en voz alta porque eso no está bien visto. Es un territorio tomado por los varones, y eso se puede apreciar recorriendo la prensa de todo el mundo. Sin embargo, hay grandes humoristas mujeres. Entre mis favoritas está Claire Bretècher, su personaje de Agripina puede conmigo, me parece inmensa. También admiro a la alemana Franziska Becker. Y a la norteamericana Nicole Hollander que es maravillosa. Su libro “The hole Enchilada” es para mí un gran referente. Hay excelentes humoristas mujeres dispersas por todo el mundo, claro está, pero lamentablemente por el momento somos la excepción. Y una de las razones es que las mujeres, incluidas las feministas, no indagan ni se interesan a fondo por el humor profesional hecho por mujeres. El valor desacralizador, impertinente y transgresor de la risa de las mujeres no encuentra estudios que lo revalorizan o lo analizan.

¿Consideras que el canon literario está diseñado para dar valor a las obras realizadas por varones? ¿Por qué?

Yo creo que la crítica que se difunde en nuestros medios, en los suplementos especializados, los premios más importantes que se otorgan a nivel mundial en literatura, como el Nobel, el Cervantes, etc, son muestras permanentes de una cultura que excluye a las escritoras y creadoras mujeres. ¿Por qué? Porque los varones no quieren ceder, ni compartir ese lugar de prestigio y privilegio que desde siempre asoció el ser escritor de prestigio con ser varón. Pero también creo que la enorme paciencia y persistencia de las escritoras mujeres ha ido rompiendo de a poco esa construcción que parecía eterna. Estamos hartas de ser tomadas como unas aprendices de no sé qué cosa, como alguien que siempre está anhelando formar parte de y que la excluyen sistemáticamente de todo. ¿Qué les falta a Doris Lessing, a Wislawa Szimborska, a Clarice Lispector, y a tantas miles y miles para ser canónicas? ¿No estará obsoleto el autocanonizado Canon?

¿Qué obstáculos has tenido que superar a lo largo de tu carrera para poder vivir de tu trabajo?

Bueno, ha sido un proceso. Como todo artista el profesionalizarse es un camino.

Hay diferentes publicaciones dedicadas a ti, a tu obra ¿Cómo has podido romper el techo de cristal?

Yo me he concentrado en mi trabajo, lo demás ha ido viniendo. Pero creo que ha sido clave el haber entrado como material de estudio en los medios académicos norteamericanos. Y eso me vino con la Beca Guggenheim y con la edición bilingüe de mis obras de teatro en Nueva York, con un prólogo de la Dra. Diana Taylor. También con la publicación en alemán de mis obras que ha realizado la Fisher Verlag, y que hace que mis obras se representen permanentemente en Alemania.

¿En qué proyectos estás actualmente?

Estoy escribiendo y dibujando, a cuatro manos, como siempre. Sin parar. No sabría hacer otra cosa. Tengo en prensa un nuevo libro de humor, una obra de teatro a punto estrenar en Puerto Rico, en fin muchos proyectos todos muy apasionantes.

Entrevista realizada por: Redacción

OBRAS PUBLICADAS:

Humor gráfico:

– Divinas y Chamuscadas, ed Hotel Papel. Madrid: 2011.

– Mujeres Pluscuamperfectas, ed Hotel Papel. Madrid: 2010.

Sopa de Lunares, ed Hotel Papel. Madrid: 2008.

– Cables pelados. Buenos Aires: 1987.

Teatro:

– Casa Matriz; Jardín de Otoño; De atrás para adelante; De la cintura para abajo. Obras de teatro de Diana Raznovich. Casa de América. Madrid: 2001.

– Lost Belongings. Contemporary Argentine Jewish Drama: A Critical Anthology in Translation, Lewisburg, PA: 1996.

– Teatro completo de Diana Raznovich. Buenos Aires: 1994.

– Paradise y otros monólogos. Buenos Aires: 1994.

Mater erótica. Barcelona: 1992.

Desconcierto. In Teatro abierto. Buenos Aires: 1992, 315–322.

Para que se cumplan todos tus deseos. Madrid: 1988.

Actos desafiantes: Defiants Acts. 4 obras de Diana Raznovich. Ed bilingüe inglés-castellano. Bucknell University Press. Estados Unidos.

– Jardín de otoño. Buenos Aires: 1985.

Poesía:

– Tiempo de amar y otros poemas. Buenos Aires: 1963.

Audiovisual:

– Serie de seis cortos de dibujos animados. Central de Sindicatos Europeos, Bruselas, 1914.

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