Representación de un betacoronavirus, el tipo de microorganismo vinculado al covid-19 NEXU Science Communication / Reuters

“El coronavirus es una enfermedad que esperamos que sea temporal, con impactos temporales, pero el cambio climático ha estado allí por muchos años y se mantendrá por muchas décadas, y requiere de acción continua.» 

 Antonio Guterres, Secretario General de ONU

Que el cambio climático está impactando negativamente sobre nuestra salud, la alimentación y el medioambiente en general (aumento de catástrofes naturales: inundaciones, incendios, terremotos, …), poniendo en riesgo la vida marina y numerosos ecosistemas, es un hecho que solo niegan aquellos cuya incultura o superstición les impide ver la realidad, o aquellos otros que se lucran con las catástrofes y el dolor de las personas…

Desde comienzos de 2020, a los impactos del cambio climático hay que sumar los producidos por el coronavirus, una pandemia de orígenes inciertos y de final indeterminado… Una pandemia cuyas consecuencias se presume que va a producir cambios importantes en los actuales modelos de relaciones sociales, laborales, económicos, sanitarios, etc. Cambios imposibles de prever y, por ello, de sacar conclusiones precipitadas, aunque flota en el ambiente la idea de que después ya nada, o casi nada, va a ser igual… ¡Veremos!

Ahora bien, esta catástrofe sanitaria también ha producido algunas cosas positivas, sobre todo en lo que al medioambiente hace referencia. Ello es debido a que el confinamiento en nuestros hogares y la reducción de la actividad industrial, de los transportes aéreos, marítimos, terrestres y los vehículos por las calles de las ciudades han tenido como consecuencia una drástica disminución del CO2, de las emisiones de nitrógeno y otros contaminantes, en los países donde se han declarado estados de alarma o similares restringiendo la circulación de personas y vehículos, tal y como han observado distintos satélites de agencias internacionales, como la NASA o la Agencia Espacial Europea, mejorando la calidad del aire en un país como China y en algunos países europeos que están aplicando estas normativas para la contención del virus.

Uno de los retos, una vez pase todo esto, será analizar las consecuencias y seguir cuidando el medioambiente sin necesidad de que nos obliguen a quedarnos en casa… ¿Aprenderemos?

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