El nombre de Alfonsina Storni nos evoca a la gran poeta argentina, nacida en Suiza en 1892 y fallecida en Mar del Plata, en 1938, cuyo suicidio se popularizó a través de la voz de Mercedes Sosa susurrando la canción Alfonsina y el Mar.

Laureada junto a Gabriela Mistral, chilena, y Juana de Ibarbourou, uruguaya, representó la lucha de las mujeres por ser reconocidas dentro de la literatura latinoamericana al mismo nivel que sus homólogos varones.

Pero rescatar el nombre de Alfonsina en estas páginas es debido a su desconocido trabajo como dramaturga: en 1927 estrenó en el Teatro Cervantes El amo del mundo, y en 1931 aparecieron Dos farsas pirotécnicas, que incluían Cimbellina en 1900 y pico y Polixena y la cocinerita. En 1950 se editó Teatro infantil, pero varias de sus obras para niñas y niños permanecen inéditas.

Alfonsina Storni fue una feminista combativa, siendo la lucha por la liberación de la mujer un rasgo característico tanto de su producción poética como teatral, donde se pone de manifiesto las relaciones amorosas problemáticas y desiguales con los hombres que tuvo que vivir en propia carne.

Alfonsina fue madre soltera, retando a la sociedad de aquel tiempo, a pesar de lo cual, dada su calidad literaria y su coraje, consiguió ocupar los primeros lugares de reconocimiento en los espacios literarios de su época junto con, como ya se ha mencionado, Gabriela Mistral y Juana de Ibarbourou.

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