Con los calores que estamos sufriendo estos días, sólo se me ocurre escribir sobre el tinto de verano, fresquito y con sabor a terracita.

¿Nunca os habéis preguntando cuál es el origen del tinto de verano?

Quizás la pregunta sería otra: ¿Cuál es la ciudad de España donde todos se derriten en verano y los pájaros no pueden ni cantar? Efectivamente, Córdoba. Y allí estaba la venta de Vargas.

El origen del nombre Vargas asociado al tinto de verano en Córdoba proviene de la «Venta Vargas», que regentaba D. Federico Vargas quien comenzó a mezclar el tinto con sifón para hacerlo más refrescante y alegrar las noches de verano.

«Venta de Vargas, guitarra suena…», así dice un viejo pasodoble que en su letra llevaba un mensaje verdadero, porque la Venta de Vargas, allá por los años veinte y comienzos de los treinta, fue la más bonita de España. Según cuentan, su propietario fue un hombre emprendedor, abierto, simpático y aficionado al cante.

Incluso en 1959 se estrenó una película son su nombre VENTA VARGAS, y la protagonista era nada menos que Lola Flores, que ella solita peleaba contra todas las tropas de Napoleón para salvar a España.

Pero dejémonos de historias y vamos a centrarnos en cómo preparar un buenísimo tinto de verano.

Su fórmula original comenzó a tener variaciones, se empezó a mezclar el vino con gaseosa y se le añadía una rodajita de limón, quizás naranja, algunos se atrevían con trocitos de frutas varias…

Sí, ya sabemos que es una cosa muy simple y que cada maestrillo tiene su librillo, pero como todo en esta vida tiene su truquito para que sea una bebida especial, sin entrar en ambientes, música de fondo y compañías claro está.

Para algunos el uso de un vino bueno es una aberración. Yo os recomiendo usar un vino joven o un roble. Añadid gaseosa y unas gotas de vermut y mucho hielo en una copa o vaso grande.

Paso a paso: primero abundante hielo, después las rodajas de naranja y limón y, opcional, trocitos de melocotón, añadimos la gaseosa hasta medio vaso, y por último el vino hasta completar, dejando hueco para un chorrito de vermut. Se mueve todo bien con una cuchara de madera y a disfrutar del refrescante tinto de verano.

Si lo acompañamos de unas patatas fritas, aceitunas, mejillones y boquerones… muy mal se nos tiene que dar para no ser felices como perdices.

¡Buen verano!

REFERENCIA CURRICULAR

Paz Sánchez Gil es una mujer emprendedora, amante de la buena mesa y de los buenos caldos y a ellos se dedica profesionalmente desde dondeSánchez, una pequeña tienda ubicada en el Mercado de Antón Martín del castizo barrio de Lavapiés, en Madrid, donde vende todas las cosas ricas que le gustan: vinos, aceites, patés, chacinas, quesos… todo artesano y saludable.

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