Cartel de las jornadas de 2014

La primera vez que asistí al espectáculo de una payasa, allá por los 90, fue al finalizar un congreso feminista en el que Virginia Imaz, una de las primeras payasas de la escenografía de este país, realizó una exhibición de lo que ha quedado como marca registrada de su trabajo “Klownclusiones”. Tras finalizar las “sesudas ponencias” Virginia, que había asistido a todas y cada una de las sesiones del congreso tomando notas cuasi frenéticamente, clowncluyó haciendo una parodia de las principales ponentes sin dejar de dar relevancia a los aspectos más importantes abordados durante el evento mostrando, así, que el humor es una excelente herramienta para realizar la crítica y la denuncia de temas tan desgarradores como la violencia y la desigualdad que sufrimos las mujeres, por el hecho de serlo, a manos del patriarcado.

Siguiendo la estela de Virginia, he conocido muchas de las payasas feministas de este país… son tantas que es imposible nombrarlas a todas, aunque quiero destacar a la investigadora y payasa Melissa Lima Caminha, una mujer brasileña, feminista, graduada en Artes Escénicas por el Instituto Federal de Educación, Ciencia y Tecnología de Cereá (Brasil), que se doctoró en la Universidad de Barcelona en Ciencia y Educación, quien, además de seguir actuando como payasa, investiga sobre teatro, circo, performance, artes y educación.

Nadie mejor que Melissa, en su excelente artículo, Women Clowns (publicado en el número 19, de la revista Dossiers Feministes, pp 75-93) http://www.raco.cat/index.php/DossiersFeministes/article/viewFile/292250/380766), cuya lectura completa os recomiendo, puede hablarnos de la payasaría feminista: “El “mundo payasa” que hago referencia (…) es aquel formado por las diversas artistas que vienen ocupando un lugar históricamente dominado por los hombres: la payasaria. La payasa es una figura reciente en la historia del circo, del teatro y de las artes en general. Existen pocas referencias de mujeres como Amelia Butler que actuó como payasa en Estados Unidos en el siglo XIX, pues la gran mayoría de payasas vendrá a ejecutar este arte como oficio y profesión en el siglo XX (…) Mientras la intervención feminista en la Historia del Arte comienza a tomar cuerpo en las décadas de los 60 y 70, el surgimiento y la profesionalización de la payasa llegará a partir de los años ochenta. Payasas como Annie Fratelinni (Francia), Gardi Hutter (Suiza), Nola Rae (Australia e Inglaterra), Pepa Plana y Virginia Imaz (Catalunya y País Basco -España), Ángela de Castro y Ana Luisa Cardoso (Brasil), Laura Herts y Hillary Chaplain (EUA), Teresa Ricou (Portugal), son algunas de las mujeres que empezaron a profesionalizar la payasa en el ámbito del Teatro y del Circo. Estas payasas son pioneras al asumir la payasaria como oficio, empezando a construir una historia que aún está por ser escrita (…) El surgimiento de la payasa invita a un análisis feminista no solo sobre las particularidades estéticas, artísticas y textuales de este tipo de performance y disciplina, sino también a un análisis y reflexión más profundo sobre la mujer riente y risible en la vida misma, en los ámbitos social y cultural, teórico y filosófico.”

Antes de finalizar, quiero poner en valor los Encuentros Solidarios de Mujeres Payasas, que organiza la Asociación Ca la Dona de Valencia, y que nuestra querida colega Carmen Castro, en su página SinGENEROdeDUDAS.com  (http://singenerodedudas.com/blog/payasas-con-la-humor-feminista-y-transgresor/), bautizó como “Payasas con la A”, lo que entendimos como un guiño a nuestra publicación. Un encuentro que Carmen define como: “una cita ineludible para el pensamiento y la acción crítica feminista en clave de humor; en la que las actuaciones de las payasas proponen ‘cuestionar roles y estereotipos y afirmar un espacio de denuncia de la violencia que se ejerce contra las mujeres y el retroceso de sus derechos’”.

A.G.G.

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