Marta Pazos y “Garage”
Marta Pazos es directora de escena, actriz y escenógrafa. Es directora artística y dramaturga de la compañía Voadora y Licenciada en Bellas Artes por la Universidad de Barcelona en la especialidad de pintura.
Comienza a dirigir en el año 2000 y desde entonces ha firmado la puesta en escena de una veintena de espectáculos desarrollando su trabajo (y su vida) a camino entre Portugal y España, además de en multitud de escenarios internacionales: Francia, Mozambique Brasil…
En 2011 recibe el XV Premio de Teatro María Casares a la mejor dirección convirtiéndose en la directora más joven en recibir este galardón. En 2013 recibe nuevamente el Premio María Casares de dirección al que suma otro premio María Casares como mejor escenógrafa. Recibe también el tercer premio del Certamen Nacional de Directoras de Torrejón de Ardoz y el premio INDIEFEST14 como actriz protagonista.
En 2007 funda en Santiago de Compostela la compañía Voadora, junto al actor Hugo Torres y el productor Jose Díaz, en la que desarrolla un trabajo de investigación en creación escénica y dramaturgia contemporánea. Voadora cuenta en su trayectoria con más de una decena de premios de teatro. En 2013 reciben el Premio de la Crítica de Galicia.
El pasado mes de febrero, en el Salón Teatro de Santiago de Compostela, dentro del festival Escenas do Cambio, la compañía Voadora presentó la obra, dirigida por Marta Pazos, Garage (nombre tomado del francés).
Garage es una obra en la que, una vez más, una directora arriesgada sube al escenario a ocho mujeres no actrices, trabajadoras del sector del automóvil que, en tanto que pioneras, dan cuenta de su experiencia en relación a cómo rompieron los estereotipos de género a los que tuvieron que enfrentarse al ser las primeras mujeres que trabajaban en un sector tan masculinizado y patriarcal. Marta Pazos, resume así la trama de la obra para el periódico el País: “Mujeres que cuentan su primer día de trabajo, historias que revelan el paternalismo con que las trataban hace 20 años cuando empezaron a ocupar puestos en zonas tradicionalmente masculinas, anécdotas de cómo algunas intentaban llegar diez minutos antes que los hombres para que no las miraran todos al pasar. Pero también hay recuerdos muy bonitos de solidaridad y apoyo por parte de muchos hombres”.
FUENTES:
https://elpais.com/cultura/2018/02/01/actualidad/1517507032_268908.html
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