Revista con la A

25 de noviembre de 2019
Número coordinado por:
Anastasia Téllez
66

Violencia de Género Institucional

Plásticos

plasticosLas y los expertos nos advierten del impacto medioambiental del plástico. Greenpeace señala al respecto:

“Los plásticos han tomado la Tierra. Su creciente producción y uso amenazan con contaminar cada rincón del planeta, especialmente los mares, destino final de muchos de ellos, donde perjudican seriamente la salud de los ecosistemas acuáticos y la supervivencia de las especies que los pueblan. Los podemos encontrar en la playa, en las rocas, flotando en el agua e incluso en las zonas más profundas. Desde el Ártico hasta la Antártida, en zonas pobladas y en islas deshabitadas. Cada año, los mares y océanos son receptores de hasta 12 millones de toneladas de basura. La situación mundial es dramática, más aún teniendo en cuenta que la producción de plásticos se acercará en 2020 a los 500 millones de toneladas (un 900% más que en 1980). Estas cantidades, su fácil dispersión y su lento proceso de degradación convierte al plástico en el enemigo número uno de mares y océanos. (…) Particularmente perjudiciales resultan los microplásticos, fragmentos inferiores a 5 mm que pueden venir de la rotura de trozos grandes o haber sido fabricados directamente así, como es el caso de las microesferas presentes en productos de higiene y limpieza como exfoliantes, pastas de dientes o detergentes”.

Los Mass Media no dejan de informarnos sobre la catastrófica situación a la que la población mundial se ve abocada de no poner remedio. La ciudadanía más concienciada está intentando cambiar sus hábitos de compra, adquiriendo alimentos a granel, rechazando los envases plastificados que nos imponen en los super, sobre todo en las grandes superficies, cambiando los envases de plástico por cristal, acudiendo al mercado con bolsas de tela… Pero cuando una mira a su alrededor observa que su vivienda, al igual que los océanos y los mares, está invadida por estos materiales: utensilios de aseo, de cocina, de escritorio, de adorno, mobiliario, cortinas de baño, juguetes, medicamentos, electrodomésticos… Nuestra vida está envuelta en plástico.

Sin duda, la ciudadanía, cada una de nosotras y nosotros, tenemos la responsabilidad de eliminar, en la medida de nuestras posibilidades, el plástico de nuestras vidas, tenemos la obligación de separar la basura (cuyas bolsas, por cierto, son de plástico), pero ¿Los gobiernos están implementando alguna medida que impida que las empresas dejen de producir plástico? Hasta hoy no he presenciado ninguna campaña en los Medios que informe sobre qué se está haciendo desde “el poder” para acabar con esta invasión, para obligar a los productores que cambien los materiales contaminantes por otros alternativos que no degraden, que no contaminen el medioambiente. Tampoco, que yo sepa, se está promoviendo la investigación para hallar productos alternativos, no contaminantes, con los que podamos ir sustituyendo el dichoso plástico, ni se está fomentando la búsqueda de productos que acaben con esta plaga que, junto con otras muchas (la contaminación del aire, del agua, de…) amenazan la vida del planeta. Una vez más priman los intereses económicos de unos pocos que presionan a los gobiernos impidiendo que se activen medidas desde arriba, culpabilizando a la ciudadanía de a pie de los desastres que ellos generan… Y mientras tanto las y los de abajo a tragarnos la píldora -de plástico, claro- de la culpabilidad… ¡La hipocresía de siempre!

 

Artículo realizado por: Redacción

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