Revista con la A

25 de julio de 2022
Número coordinado por:
Amarela Varela y Lucía Melgar
82

Migración, exilio y desplazamiento forzado

Marte, dios de la guerra. Principio y final de la vida (2)

Conocer la naturaleza de Marte supone entender los signos de Aries y Escorpio, en donde tiene su domicilio y por tanto su mayor fuerza, siendo Capricornio el lugar de su exaltación.

Como hemos hecho con planetas anteriores, habremos de considerar su naturaleza de fuego, seco y ácido, por lo que salvo en los signos de Escorpio y Capricornio, se encontrará mejor en signos de fuego o como mínimo en signos masculinos, peor en signos femeninos y dentro de es­tos en signos de tierra debido a la naturaleza incompatible de ambos elementos.

Debemos interpretarlos en función del signo que ocupa, si se encuentra en tierra la energía combativa de fuego luchará para convertir la conquista en sustancia, siempre con un concepto de utilidad y provecho, la tierra se activa por la presencia de Marte y éste se ve obligado al ritmo y las necesidades que la tierra le impone.

El ritmo de la tierra es más lento que el ritmo del fuego, aunque en este caso adquiere fuerza y velocidad otorgada por el planeta que se ve impelido a frenarse, lo que en algunos casos genera violencia al tener que contener la expresión natural. Si Marte es una espada que se hunde en la tierra productiva de Tauro, parece convertirse en un pico para labrarla y que ésta convierta su hendidura en el lugar donde deben fructificar las semillas que la tierra de Tauro abonará y cuidará para que fructifiquen.

Virgo sólo es arena que en contacto con la espada chirría desagradablemente, y en donde la crítica propia del signo se vuelve acida, signo seco con un planeta seco, ácido y caliente que convierte al signo de Virgo en un desierto mucho más árido y seco desde el punto de vista emocional, activando su ritmo de trabajo y convirtiéndolo en un trabajador nato e incansable.

En Capricornio la espada se hunde en la piedra dejando en ella una huella imborrable, memoria de la herida, cicatriz, rencor, «espada del Rey Arturo» que sólo pertenece al verdadero gobernante de esta energía. Se encuentra en su signo de exaltación que indica una probable enfermedad si la excesiva energía no se utiliza cambiándola de plano; tanto Marte como Ca­pricornio son dictatoriales, interesados en el mando y el liderazgo, y aunque he advertido que la misión de Marte no es gobernar, en este signo se vuelve ambicioso queriendo llegar a la cumbre de poder que ofrece la montaña de Capricornio. Luchas de poder. Marte en este signo escala, convirtiendo el pico de trabajo que labraba el surco en las huertas de Tauro en el piolet que se asegura el ascenso, al ser Capricornio signo frío, organizado, ambicioso, realista, matemático y represivo, la acción de Marte pierde naturalidad y gana en método. El piolet se clava en el sitio adecuado para sostener la acción de ascender, aunque Marte pierde velocidad y naturalidad en su expresión, si se inhibe la agresividad se vuelve violencia, cólera contenida y reprimida que saldrá al exterior con una fuerza inmensa cuando no pueda soportar más su contención.

Comparación: Tierra y Marte

En signos de agua, la espada de fuego se enfría y se moja de sen­timientos, aportando su calor al agua que hierve, convirtiendo la naturaleza emocional en agresividad interior. Marte se retrae y el agua, al calentarse, salpica al exterior.

A Marte en Cáncer se le conoce como «el chinche», se queja de la familia, se queja de la madre, se queja de su intranquilidad interior que le impide descansar y dormir tranquilamente en su cama por la noche, se queja del estómago. Se queja. Supone luchas y combates en el ambiente familiar, casi siempre durante las comidas, sobre todo en las cenas, lugar que utiliza para descargar su agresividad provocando, con el tiempo, acidez en el estómago y posteriormente úlcera. Su mejor posibilidad es la utilización de la energía combativa y la iniciativa de Marte para actuar en el mundo inconsciente de Cáncer y así poder entender el porqué del comportamiento alterado emocional.

En Escorpio se encuentra en domicilio, aunque en signo femenino se vuelve reflexivo en la acción, erótico, adquiriendo las buenas y malas cualidades de Escorpio: capacidad de compromiso, generosidad, exigencia, celos, posesividad, etc. He podido comprobar la atracción hacia hombres árabes en el caso de estar situado en la carta de una mujer.

En Piscis se encuentra falto de libertad, es un guerrero que lucha en la cárcel y contra la enfermedad, cuya naturaleza esencial requiere de una dirección concreta y en este signo las direcciones posibles son tantas que se desorienta, optando, las más de las veces, por actuar escondida y secretamente. Si consideramos la expresión del potencial orgásmico en un hombre, le hace sensible y gozador, pero parece encontrarse en signo que evita disfrutar y disponer de toda la experiencia que necesita, advirtiendo de la necesidad de protegerse y discriminar ya que se encuentra en signo de enfermedad. La nariz puede no respirar de forma adecuada básicamente por vegetaciones, Neptuno, planeta de Piscis, son los velos, al encontrarse con Marte o en el signo de Piscis signo de agua, es fácil que cuelgue hacia abajo como si goteara. En este punto conviene una reflexión sobre los elementos, el fuego sube, asciende, exactamente igual que podemos observar en la llama, por lo que los planetas situados en él tienden a ascender también físicamen­te, y por tanto una nariz en fuego será respingona, mientras que el agua escurre, cuelga, gotea, y en esa observación una nariz en agua tiende a descolgarse en la punta. En su forma trascendente Marte en Piscis implica lu­chas religiosas que le convertirán en un guerrero místico, un «Cruzado» del mundo religioso, «Gurú» del mundo esotérico y en el aspecto mental, teniendo en cuenta que Piscis es toda la mente, toda la psique, puede combatir por conquistar sus secretos convirtiéndole en un buen psicólogo.

Marte es una cerilla haciendo luz en el mundo oscuro del inconsciente. Aunque también puede actuar como un peligro ya que la cerilla se encuentra, en el aspecto material, en zona de gas lo que podría provocar una explosión. En estos casos suelo indicar revisión de las instalaciones que conocemos como “ocultas”, ya sean de gas como de agua, más peligrosas las de gas que suelen darse en los casos de planetas de fuego en zonas de riesgo.

En aire, Marte no pierde su naturaleza activa, aunque el aire es frío y seco, por lo que pierde calor y gana sequedad. El aire es elemento comunicativo y social y Marte aporta aquí iniciativa y actividad, dado al combate y las luchas en el terreno del diálogo y la comunicación, posibilitando accidentes por su precipitación irreflexiva.

En Géminis implica actividad mental. Géminis es signo de aprendizaje por lo que es probable que se encuentre a Marte durante la fase de escolarización, tanto en lo que se refiere a los estudios y a la rapidez y actividad de la mente como a las luchas y competitividad en ese terreno. Géminis es movimiento y Marte lo activa por lo que al margen de su capacidad mental puede actuar irreflexivamente provocando accidentes, peleas, discusiones. Es un signo de Mercurio y si este se calienta no se piensa con tranquilidad y el Mercurio salta y se dispara en todas direcciones.

En Libra está poco agresivo, signo de su exilio, no disponiendo de fuerza para su lucha, que de originarla será en el terreno de la pareja y la asociación, aunque en este signo se educa y se vuelve más considerado no gustando de peleas ni de expresiones incorrectas.

En Acuario se encuentra con un signo que recuerda su naturaleza independiente, vol­viéndose libertario, revolucionario, contestatario e incapaz de aceptar las costumbres y modos sociales, luchando por la reforma y ganando en agresividad y rapidez, por lo que su instinto defensivo se incrementa y tiende a expresarse violenta e imprevisiblemente. Si consideramos su potencial orgásmico en este signo se vuelve incontrolado, no actúa con normas esta­bles, y gusta de innovaciones y modos originales, Acuario es signo grupal, bisexual y poco estable, por lo que en la carta de un hombre indica su ne­cesidad instintiva de experimentar en grupo y con los dos sexos, la monotonía y las normas le aburren y dado que está en signo de rotura se le conoce como «flecha rota», provocando problemas sexuales de impotencia y eyaculación precoz, probablemente relacionados con el exceso de expe­rimentación y la precipitación del carácter que, por otro lado, es muy agresivo. Si consideramos que representa la nariz es probable algún accidente que provoque su rotura y que permita que su configuración aparezca torcida, o bien se nace con una configuración del tabique nasal torcido que impide una respiración normal, siendo por lo general rápida y agitada.

En definitiva, Marte en este signo y sus funciones no poseen una dirección defini­da y así la nariz y su función, el pene y su capacidad orgásmica se mani­fiestan en direcciones no habituales.

En el próximo artículo os seguiré dando nociones de interpretación de este planeta, conocido como “pequeño maléfico”, dador de vida y de muerte.

 

 

REFERENCIA CURRICULAR

María Garrido Bens es astróloga, con una experiencia profesional de 45 años como docente y consultora en el campo de la Astrología tanto personal como mundial. Experta en Lenguaje Simbólico y Mitología aplicada a la Psicología. Profesora de Evolución Mental, Sanación y Meditación. En la actualidad ocupa el cargo de Tesorera de la Asociación con la A.

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