Revista con la A

25 de enero de 2023
Número coordinado por:
Lucía Melgar y Alicia Gil
85

El adiós

El adiós con los planetas generacionales

María Garrido Bens

En el anterior artículo os resumí la naturaleza de Saturno (considerado el gran maléfico del Zodíaco) y lo que supone en la carta personal: “allí donde se encuentra tendremos problemas de la naturaleza del planeta, retrasos, obstrucción, carencia, sufrimiento…”. De hecho, a la hora de interpretar una carta en un momento determinado, se considera muy importante observar la posición de la Luna progresada, para ver la situación e intereses emocionales, y Saturno en tránsito para valorar dónde y cómo son los problemas y el dolor que plantea la carta en ese momento.

Como ya sabéis este será el último artículo y el último número de nuestra Revista, nuestra mayor actividad. Todas las personas que hemos colaborado en su mantenimiento y composición, y han sido muchas a través de su cariño, sus artículos, donaciones, el pago de sus cuotas, etc., sentimos emociones contrapuestas, de un lado la pena al vernos obligadas a cerrar la Asociación y terminar con su actividad mayor (dinero manda), y de otra el orgullo de haber hecho todo lo posible por defender el feminismo desde la acción y la formación hasta el final y en la medida de nuestras posibilidades. La mía ha sido desde la Astrología cuyo conocimiento me sirvió en su momento para entender quién era yo, cuál era mi destino y cuál la sociedad a la que pertenecía, además de aprender mucho, con tantas cartas que estudié y personas que, a través de mis clases, pude conocer y hacer mis amigas.

Ahora me queda, muy resumidamente, hablaros de los últimos tres planetas por excelencia generacionales (incluyendo a Plutón al que todavía considero activo). Esto quiere decir que marcan muy enfáticamente la generación a la que pertenece la persona cuya carta se estudia: Urano, Neptuno y Plutón. 

URANO:  regente del signo de Acuario  junto a Saturno, con el que comparte su naturaleza: Revolución, Libertad, Hermandad. Cambio.

Es un planeta de aire, eléctrico, rebelde, escandaloso, siempre adelantado a su tiempo, que ayuda en los cambios necesarios arraigados en sistemas que se resisten al cambio en los que Saturno, corregente con Urano en el signo de Acuario, trata de salvar y afianzar los logros obtenidos por la experiencia vital, social y personal, para que no se pierdan totalmente ante la acción de Urano. Es además luminoso, colorista, con todos los colores vistos al tiempo, pero temeroso de la fuerza que Saturno, negro y oscuro, pueda tener si es que su posición le hace más débil. Os he repetido en muchas ocasiones: “Tenemos tanta libertad (Urano), como nuestro miedo nos permite (Saturno)”; por tanto, actuará desde la libertad impresa en su bandera hasta la revolución, si es necesaria, siempre y cuando Saturno, muy conservador y resistente al cambio, no sea más poderoso (por ejemplo domiciliado), lo que supondrá conflictos y retrasos al cambio.

Siendo así, si tenemos un Urano en Libra (o en casa 7ª), signo y sector de pareja y asociación, pertenecemos a una sociedad que cambió el concepto de matrimonio estable (hasta que la muerte nos separe), por otro más abierto e inestable, y por tanto menos duradero. Nuevas parejas y nuevos socios o socias. Ni el matrimonio ni la asociación duran hasta la muerte por mandato divino sino por decisión de las personas implicadas en los acuerdos que firmaron. Actuará con sus mejores y peores cualidades, desde la amistad y a ser posible en grupo, rápida e imprevisiblemente, descubriendo nuevas oportunidades inesperadas, sin miramientos, incluso ilegalmente, en contra de la opinión social o familiar debido al descontento que siente frente a las normas que considera obsoletas.

Si su posición está en Tauro (o casa 2ª), podemos aventurar que los ingresos no son estables, sino cambiantes, fluctuantes, pudiendo provenir de comisiones que unas veces son abundantes y otras escasas, o bien los ingresos provienen de sistemas novedosos como la informática o cualquier otro sistema recién descubierto, provocando socialmente cambios en los sistemas económicos establecidos. Si se encuentra en el signo de Cáncer (o el sector 4º), se verá afectado el concepto de familia, hogar y raíces, a veces hasta el sentimiento de ser una persona ajena a la familia a la que dicen que pertenece, en muchos casos adoptada o simplemente sintiéndose muy diferente a la familia de la que forma parte. Socialmente se producen cambios en la composición familiar no teniendo por qué formar el grupo familiar con el consabido padre, madre, e hijos o hijas, sino con personas que han sido incluidas en el grupo por diferentes conceptos, ya sea por amistad o porque provengan de otras unidades familiares (hermanos que pertenecen a diferentes progenitores, personas adoptadas, dos madres…).

NEPTUNO:  regente del Signo de Piscis  junto a Júpiter  con el que comparte su naturaleza de dualidad antagónica. Nacer significa individualizarse desde el vientre materno, donde no existe diferenciación entre el feto y la madre, hasta la muerte, con un sentido cada vez más “yo” diferente del resto. Sin embargo, Neptuno no trabaja para la individualidad sino para su trascendencia y fusión con el sentido de colectividad o de algo más grande que lo acoja, disolviendo las fronteras entre la individualidad y el resto de la vida y el mundo hasta el sentimiento de total interconexión entre todo lo que existe. Misticismo.

Es un planeta de agua, gaseosa hasta la niebla. Indeciso, sin dirección definida, confuso, poco dado a la claridad y la concreción, lleno de secretismo, misterioso, sacrificado, compasivo, empático, que permite y facilita, en el transcurso de la vida, que las sociedades y las personas vivencien la dualidad inherente a todo: Carcelero y Preso, Médico y Enfermo, Victima y Verdugo, Santidad y Pecado. Unidad y Disolución. Misticismo.

Mágico. Vidente y Compasivo, una de sus cualidades más llamativas es la de que allí donde se encuentra, en la carta personal, nos remite a la ilusión profunda y romántica creada y marcada por el signo en el que se encuentra, aunque lo que se percibe está envuelto en una bruma que desdibuja los contornos y muestra una realidad, bella pero disfrazada, que acaba en una profunda decepción. Su dualidad se puede observar en uno de sus grandes logros, la Iglesia Católica, cuya misión y naturaleza es velar por las y los desamparados mostrándoles el camino hacia el perdón y la salvación eterna, y sin embargo su mayor símbolo es una Iglesia rodeada de lujos increíbles, y sus pecados, como la pedofilia, el robo de bienes materiales, etc., resultan opuestos y alejados a su predicamento.

Es un planeta peligroso que ofrece el vicio y la virtud en la misma copa. Con el signo de Escorpio (o la casa 8ª) plantean la necesidad de compartir, cuerpos, bienes y sentimientos. Cuando Neptuno se encuentra así situado, relacionado con el sexo y las ganancias a través de asociaciones o matrimonio se plantea: “Uniendo lo tuyo y lo mío seremos más ricos y poderosos” “Si compartimos un amor desde la entrega total seremos más felices y completos”. A nivel personal se tiene una idea romántica y extrema de la sexualidad y la necesidad de borrar todas las fronteras que puedan separar a las personas en el acto sexual, la entrega total es probablemente la mejor opción. Pero existen riesgos: “mejor sin condón, incluso mejor practicar colectivamente” (por ejemplo). Riesgo: enfermedades sexuales que derivan en crónicas y graves, provocando conductas sociales y enfermedades derivadas como el VIH. Desde el punto de vista económico y de negocios, la sociedad que se constituye puede ofrecer grandes éxitos si las personas que la conforman trabajan al unísono por los objetivos marcados, pero no siempre la persona asociada está dispuesta a compartir riesgos y ganancias: “lo mío es mío y lo tuyo de los dos”, razón por la que, allí donde se encuentre este planeta, hay que tener mucha cautela y tratar de que las ilusiones que se pongan en los proyectos de vida en común o de negocios sean lo más realistas posibles, comprobar muy bien lo que se firma y se acepta, protegerse legalmente para no encontrarse con la ilusión, el engaño y la consabida decepción final.

Relacionado con la salud y sobre todo con enfermedades crónicas e incurables, conociendo que uno de sus peligros es la confusión o el engaño, el riesgo mayor, si se encuentra en signo o sector relacionado con la salud, es el diagnóstico equivocado y la confusión en la administración de los medicamentos recetados, incluso con riesgo de que se sirvan equivocadamente en las farmacias. Por tanto, se requiere de nuevo prudencia y cautela, pedir más de un diagnóstico a diferentes profesionales y comprobar muy bien lo que sirven en la farmacia.

HADES-PLUTÓN:  regente del signo de Escorpio junto a Marte  con el que comparte su naturaleza: Sexo, Muerte, Regeneración.

Es difícil aceptar lo que proponen los planetas generacionales con tranquilidad y sin miedo porque son realmente temibles, aunque vistos con la perspectiva del tiempo, en mi caso y otros muchos que he conocido, he de decir que sin ellos crecer es difícil y en ocasiones te quitan lo que en realidad sobraba en tu vida, aunque duela.

Este es temible y tremendamente poderoso, no en vano es el dios de los infiernos, cuya naturaleza y acción es difícil resumir.

Empezaré con la aclaración de que no somos conscientes de todo lo que alberga nuestra naturaleza, la consciencia la vamos desarrollando a lo largo de nuestra experiencia vital. Sin embargo, muchas de nuestras cualidades se ven obstruidas en su desarrollo por múltiples razones, no son aceptadas familiar o socialmente, o no creemos que estén en nuestra capacidad pero no desaparecen, quedan en nuestro inconsciente en espera de un posible despertar. Los planetas generacionales son, con sonidos diferentes, despertadores. Plutón es una energía que escarba sin miramientos hacia el interior y su viaje nos remite al descenso inevitable, normalmente con sufrimiento y muerte. Con él, la muerte se repite a lo largo de la vida a través de la depresión que es una forma de morir que, afortunadamente, acaba en el renacimiento, la renovación y regeneración costosamente adquiridas. Se relaciona con sentimientos y deseos destructivos, intensos y no siempre reconocidos, como los celos, la ira, la envidia, el odio, la venganza, la necesidad de poder…  y no queda otra que aceptarle y rendirle pleitesía. Su presencia en la carta natal avisa del sector de la vida sobre el que va a actuar y la sociedad a la que pertenecemos. Los planetas generacionales actúan también de forma personal porque suelen aparecer mezclados con los planetas personales, Venus con Neptuno, Urano con la Luna o Plutón con Marte, aunque su verdadera naturaleza sea marcar generaciones.

Si lo encontramos en Capricornio (o casa 10ª), sector relacionado con el status social, la profesión, la fama y la figura paterna, Plutón va armado de pico y pala para destruir lo necesario, dispuesto a derribar muros y levantar alfombras para mirar donde nunca se mira y nunca se limpia. Por tanto, es posible que el padre esté pasando por un momento depresivo, difícil, o que simplemente muera, lo que puede originar una convulsión interna que destape problemas y sentimientos antiguos derivados de la relación con él en la infancia, del dolor que se padeció y el rencor que produjo. La oportunidad es el reconocimiento de lo que se siente, así como poder otorgar al padre el perdón definitivo. Al  tiempo se verá afectado el status social y profesional, probablemente porque se lleve un tiempo mostrando descontento, inquietud y el deseo de cambiar hacia otro horizonte profesional, o bien la empresa para la que se trabaja esté siendo reestructurada con el consabido despido de personal, o llevada al cierre de su actividad, lo que  permitirá el planteamiento de qué hacer y hacia dónde dirigir la profesión a partir de ese momento, que suele acompañarse con la aparición y desarrollo de nuevas capacidades dormidas con las que no se contaba por desconocidas. En cualquier caso, esta posición promete una profunda crisis que reorientará la profesión y cambiará el status social. No siempre para mal pero siempre con conflicto. He conocido el caso de una persona sumida en la pobreza a la que se le dio una oportunidad de prosperar, logrando un status social y profesional tan alto que le sumía en el terror porque no sabía comportarse en ese ambiente. Su frase era “yo vivía muy tranquilo”.

Este planeta, actualmente en el signo de Capricornio, el constructor, desde hace años nos somete a su acción lenta e inexorable. Ha cambiado la sociedad, sobre todo las empresas dedicadas a la construcción y la economía (los bancos), ofreciendo la oportunidad de regenerar la forma en la que actuaban. No parece que hayan sido capaces de una regeneración suficiente, a pesar de que se hayan destruido muchas empresas y abocado a la quiebra a muchos especuladores, así que temo que esto pueda empeorar. No se puede esquilmar el planeta, nuestro verdadero hogar, ni a sus habitantes, como si no hubiera un mañana, ¡Porque lo hay!

No puedo marchar sin agradecer la suerte de haber encontrado esta asociación, y a las personas que la pusieron en marcha, por tanto como pude aprender de ellas, su honestidad y sabiduría y tanto que recibí. Hasta siempre.

 

REFERENCIA CURRICULAR

María Garrido Bens es astróloga, con una experiencia profesional de 45 años como docente y consultora en el campo de la Astrología tanto personal como mundial. Experta en Lenguaje Simbólico y Mitología aplicada a la Psicología. Profesora de Evolución Mental, Sanación y Meditación. En la actualidad ocupa el cargo de Tesorera de la Asociación con la A.

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