Revista con la A

25 de noviembre de 2022
Número coordinado por:
Laura Alonso
84

Mujeres por la paz en tiempos de guerras

Artistas muertas de amor



En estos viajes, que no siempre son un recorrido por la geografía, proponemos hoy una visita que ejemplifica -aunque no es ejemplar sino todo lo contrario- el daño que la admiración incondicional, la sumisión y el espíritu de sacrificio han causado a las mujeres, incluso, o tal vez especialmente, a las más dotadas y sensibles. Hablaremos de tres mujeres que, teniendo talento artístico, llegaron a la aniquilación y al suicidio tras haber mantenido relaciones amorosas de algún tipo con hombres muy famosos: Camile Claudel, Jeanne Hébuterne y Margarita Gil Roësset.

Camile Claudel nació en Villeneuve-sur-Fère (Francia) en 1864. Contra la opinión de su familia, decidió dedicarse a la escultura. En 1883, esa jovencita de diecinueve años conoció a Auguste Rodin, que contaba cuarenta tres, vivía desde hacía años con una mujer y era ya reconocido como un importante escultor. Camile comenzó pronto a trabajar en el taller de Rodin y se convirtió en su musa y su amante. Trabajaron juntos en Las puertas del Infierno, juntos alquilaron Le Clos Payen, una casa que utilizaron como estudio compartido y juntos asistieron a tertulias, exposiciones y viajes por Italia. Sin embargo, Rodin seguía considerando su mujer a Rose Beuret, una antigua modista con la que tuvo un hijo pero a la que se avergonzaba de mostrar el público y con la que contrajo matrimonio meses antes de su muerte. Camile interpretó esta situación en su obra La edad madura, en la que se muestra a si misma suplicando ante un hombre que es arrastrado por otra mujer.

Tras romper definitivamente su relación con Rodin, inició un romance con Claude Debussy muy parecido al anterior, ya que el músico también estaba unido a otra mujer a la que no pensaba abandonar por Camile. Sin embargo, sus esculturas comienzan a ser valoradas por la crítica. En 1905 realizó su última gran exposición, antes de comenzar a sufrir crisis nerviosas que la llevaban a destruir sus obras. En 1913, tras la muerte su padre –el único miembro de su familia que la había comprendido y apoyado-, su madre firmó los documentos necesarios para internarla en el sanatorio mental de Ville-Evrard, en Montdevergues. Toda su familia, y de forma muy especial el escritor Paul Claudel, máximo representante de la literatura católica francesa, se opusieron a que saliese jamás de esa institución, incluso prohibieron que recibiese visitas. Murió en 1943 y fue enterrada en el cementerio del Claudel quisieron encontrar la tumba de Camile pero esta ya había sido destruida. Rose Beuret y Auguste Rodin descansan juntos bajo una copia de El Pensador, en Meudon. La tumba de Debussy se puede visitar en Passay y la de Paul Claudel en el castillo de Brangues.

Jeanne Hébuterne nació en Meaux (Francia) en 1898. A través de su hermano André, entró en contacto con los artistas que frecuentaban Montparnasse, trabajó como modelo y se matriculó en la Académie Colarossi para iniciar una carrera artística como pintora. En muchos manuales y en numerosas reseñas biográficas se dice de ella que “tenía cierto talento para el dibujo”, pero algunas exposiciones retrospectivas de su obra la muestran como una dibujante y pintora notable.

A los diecinueve años conoció a Amedeo Modigliani. El enamoramiento entre ambos fue inmediato y, a pesar de la oposición familiar, Jeanne se fue a vivir con Modigliani. Los apuros económicos de la pareja son bien conocidos, así como el proceso autodestructivo del pintor. En 1918 se trasladaron a Niza, en busca de clientes adinerados que apreciaran la pintura de Amedeo y allí nació la hija de ambos, que fue entregada a una institución pues la pareja carecía de medios para mantenerla. Regresaron a París un año después. El 24 de enero de 1920 fallecía Amadeo Modigliani. Jeanne, que se encontraba en el último mes de su segundo embarazo, se suicidó arrojándose por una ventana de la casa de sus padres.

Modigliani fue enterrado en el cementerio de Pére-Lachaise, acompañado de un cortejo fúnebre en el que se encontraban prácticamente todos los artistas de París y que recorrió las calles más importantes de París. Jeanne fue enterrada casi en secreto por su familia en el cementerio de Bagneux. La hija de ambos, también llamada Jeanne, fue acogida por la hermana de Modigliani, en Florencia. En 1930 Emmanuele Modigliani consiguió que los restos de Jeanne Hébuterne descansaran junto a los de Amedeo bajo un epitafio que dice: “Compañera devota hasta el sacrificio extremo”. Ese sacrificio extremo, su belleza  y su condición de musa son prácticamente los únicos méritos que se le reconocen.

La historia de Margarita Gil Roësset es, en cierto modo, aún más dolorosa pues el amor que la condujo a la muerte fue, con toda probabilidad, casi imaginario.

Había nacido en Las Rozas (Madrid) en 1908, en una familia culta y adinerada. Estudió piano, idiomas y viajó a París, donde ilustró un cuento de su hermana Consuelo que fue publicado con el título Rose del Bois. Fue una escultora autodidacta, aunque con influencias de López Mezquita y Victorio Macho. En 1930 y 1932 sus esculturas fueron aceptadas en las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes.

En 1932 conoció a Zenobia Camprubí, esposa de Juan Ramón Jiménez, a la que decidió hacer un busto. La amistad con el matrimonio acabó en un enamoramiento apasionado de Margarita hacia Juan Ramón, una pasión que el escritor no parece que compartiera pero que dejó crecer, del mismo modo que aceptaba la admiración de tantas otras mujeres. Nunca sabremos con certeza si la obsesión amorosa de Margarita fue fomentada de algún modo, consciente o involuntario, por Juan Ramón Jiménez, pero lo cierto es que el 28 de julio de 1932, abrumada por un amor que consideraba imposible, se suicidó con un disparo en la cabeza, no sin antes destruir dibujos y fotografías y de sus esculturas. Su tumba, en el cementerio de Las Rozas, fue destruida por una bomba durante la guerra civil. Los restos de Juan Ramón Jiménez y Zenobia Camprubí descansan den Moguer. En el año 2000 se expuso lo que queda de su obra en el Círculo de Bellas Artes de Madrid y en 2012 en la Fundación Zenobia-Juan Ramón Jiménez en Moguer.

 

REFERENCIA CURRICULAR

Montserrat Cano Guitarte es escritora. Además, ha sido Coordinadora del Comité de Escritoras del Club PEN de España; Jefa de Prensa de la Asociación de Escritores y Artistas Españoles; Codirectora del Aula de Cine de la Asociación de Escritores y Artistas Españoles; Colaboradora del Departamento de Comunicación de las Editoriales Espasa Calpe y Ediciones B y Profesora de Creación Literaria en distintas entidades públicas y privadas. En 2006, dirigió y organizó el I Congreso Internacional de Escritoras del Club PEN de España “La mujer, artífice y Tema literario”, celebrado en Las Palmas de Gran Canaria. Ha realizado numerosas colaboraciones con la Secretaría de Igualdad de UGT Madrid y ha dictado conferencias sobre temas literarios y cinematográficos, siendo Jurado en certámenes literarios y de teatro. Asiduamente ha colaborado con la Dirección General de Cooperación y Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias. También fue responsable de la Candidatura ante la UNESCO para la inclusión en la Lista de Patrimonio Cultural Inmaterial del Silbo Gomero. Literariamente, es autora de numerosas publicaciones por las que ha sido premiada tanto en el ámbito nacional como internacional.

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