Revista con la A

25 de noviembre de 2014
Número coordinado por:
Lucía Melgar
35

Violencia contra las mujeres. De nuevo la pregunta: ¿Hasta cuándo?

Dónde están los 43 de Ayotzinapa

con-las-dealla-35Ilustradores Con Ayotzinapa. Poco después de la desaparición de 43 estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa, Guerrero, se difundió vía redes sociales, el proyecto #IlustradoresConAyotzinapa que puede verse en: http://ilustradoresconayotzinapa.tumblr.com/

Dada la importancia de este crimen de Estado y el impacto emocional y político que ha ido cobrando, con la A se acercó a algunas de las impulsoras de esta respuesta artística a la violencia para saber más acerca del proyecto y lo que ha significado para sus participantes, que ya son más de 200 y aumentan cada día.

Para una de las ilustradoras, el recurso al dibujo surge de “la necesidad de hacer retratos de los muchachos para verlos como seres humanos, no como cifras, nombres o rostros en blanco y negro, inexpresivos, desconocidos”. Para quien dibuja, «fijarse por horas en su rostro, en sus facciones”, es una forma de apropiarse de ellos y no olvidar.

El proyecto se inició como experiencia individual que se volvió colectiva. Una de las ilustradoras se dedicó a dibujar a Benjamín Ascencio; un día completo lo bocetó, “y cuando sentí que lo había captado lo llevé a la tela y comencé a bordarlo”. Al mismo tiempo, otra retrató a Carlos Lorenzo. Luego, a partir del momento en que subieron a las redes los retratos con el hashtag, otras y otros ilustradores hicieron otros retratos y los fueron añadiendo con la frase: “Yo, ___ quiero saber dónde está…”, ligándose así, de manera personal y directa, con alguno de los chicos desaparecidos: “Fue como tocarles el hombro a los demás”.

Si hay ilustradoras e ilustradores que quieran participar, pueden hacerlo: todo es subir el retrato de alguno de los muchachos a twitter con el hashtag: #IlustradoresConAyotzinapa.

¿Qué siente quien está dibujando a un desconocido de quien sólo sabe porque ha sido desaparecido?: “Es un proceso triste, porque no los conocemos, porque los respetamos, porque no sabemos dónde están”, nos dice una de ellas.

Como suele suceder, los retratos originales del blog pasaron a Twitter y a Facebook, pero ya hay quien quiere usarlos para imprimirlos y darles circulación en calles y plazas. Las y los ilustradores ven con buenos ojos esta migración: “Por supuesto que los retratos ahí están, para lo que sea bueno, entre más ayuda, más material y recursos, mejor”. De hecho, ya en la marcha del 6 de noviembre, los padres y las madres de los muchachos desaparecidos llevaron pancartas con los rostros de sus hijos dibujados por participantes de este proyecto.

Como muchas personas, nos preguntamos por qué el caso de Ayotzinapa ha movilizado a tanta gente (más de cien mil personas en la marcha del 6 de noviembre en el DF y marchas simultáneas en 22 ciudades) cuando no es un caso único, y quisimos saber cómo ha afectado esta violencia en particular a quienes han participado en #IlustradoresConAyotzinapa. Si bien, hay distintas historias, una de las respuestas parece sintetizar el sentir de muchos: ”No sé por qué, Ayotzinapa ha sido como la gota que derramó el vaso, por alguna razón así fue, y está bien. No olvidar los demás casos porque todos importan, todos tienen la misma urgencia, pero si por algo este caso en específico ha tocado fibras que antes no se habían tocado hay que aprovecharlo, pues de esta forma se podrán ir tocando los otros temas”.

En tanto proyecto colectivo, orientado hacia los otros, los normalistas desaparecidos, sus caras, sus historias, #IlustradoresConAyotzinapa escapa al individualismo y al copyright. Se acerca, en este sentido, a las expresiones artísticas de movimientos sociales que en Europa, Estados Unidos y América latina marcan un nuevo rumbo hacia el cambio social.

Redacción con la A en México

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