Con este título tan amplio, pero esperamos que elocuente, abrimos una nueva sección dedicada a las mujeres y la música; su participación en la cultura musical; el silencio histórico de sus aportaciones musicales (especialmente de las compositoras); las prohibiciones, múltiples, de acceso a la interpretación de determinados instrumentos, o a la composición musical… pero también escucharemos la actualidad, las programaciones musicales que carecen, mayoritariamente, de aportaciones femeninas, de nuevo el silencio de las “músicas” escritas por mujeres, la ausencia casi total de reconocimiento social y académico de las mismas,… y también nos reiremos, buscaremos elementos de risa y de sonrisa entre tanta desolación.

Procuraremos, además, dar referencias, especialmente discográficas pero también literarias, de las músicas realizadas por las mujeres a lo largo de la Historia, y no solamente en Europa, recordemos que los cantos más nucleares y esenciales de la Existencia humana están realizados por mujeres: las nanas y los cantos de muerte (plañideras), existiendo una amplia discografía de las mismas.

Sería ideal poder adjuntar ejemplos sonoros, veremos si es posible, pero desde luego lo intentaremos.

Y escucharemos la actualidad, lo que pasa y está pasando, relevante.

La ópera no se nos olvida -¡da mucho de sí la ópera!-, desde las tramas (libretos) pasando por la relación entre música y escena (Susan McClary, Feminine Endings. Music, Gender and Sexuality -1991- es un referente de primer orden), hasta el veto al que son sometidas las mujeres en los puestos de poder: composición, dirección musical y escénica, y direcciones artísticas.

Y para abrir boca algunos datos objetivos:

Las programaciones musicales, todavía hoy, silencian sistemáticamente un repertorio rico, diferente y muy nutriente para un Público que, dicho con toda la franqueza y para desgracia cultural de todas y todos, cada vez es más reducido. El enorme legado femenino va desde la abadesa Hildegarda de Bingen, del siglo XI, hasta las músicas más intimistas y ricas de Meredith Monk, pasando por el gran repertorio centroeuropeo: Clara Wieck-Schumann, Fanny Mendhelsshon y Alma Mahler; así como Mariana Martínez, Nannerl Mozart, Barbara Strozzi, Germaine Tailleferre, Cécile Chaminade, Louise Farrenc, Augusta Colmes o Ethel Smith; todo ello sin olvidar a nuestras compatriotas: María Rodrigo, María Teresa Prieto, Emiliana de Zubeldía, las poetas y cantantes de al-Andalus, Rosa García Ascott, Matilde Salvador y un larguísimo etcétera que llega hasta nuestros días con María Escribano, Teresa Catalán o Consuelo Díez.

Desde el Códice del Monasterio de las Huelgas, en Burgos, de cuya abadesa se decía que tenía más poder que el Papa, hasta María Teresa Prieto y las compositoras de la II República y el exilio, pasando por las señoritas de música del XIX -verdaderas transmisoras del repertorio centroeuropeo- y llegando a nuestros días, sin haber olvidado los conventos femeninos, Sor Juana Inés de la Cruz o las mujeres de la Andalucía árabe, el patrimonio musical hispano, creado por mujeres, es enorme, vasto e importante.

Sin embargo, una vez más permanece olvidado, cuando no tergiversado, pues no pocas obras de mujeres pasan por ser hechas por hombres.

REFERENCIA CURRICULAR

Marisa Manchado Torres. Nace en Madrid educándose en el Colegio Estilo. Estudia en el conservatorio, la UCM y UP Comillas (Psicología); es Maitrise y DEA de la Université Paris VIII. En 1982, abre el debate de la música de mujeres con el programa de Radio Nacional, Radio Clásica (entonces llamada Radio dos), “Mujeres en la Música”, dedicado a la difusión de la música de mujeres. En 1998, edita “Música y mujeres, género y poder”, primer libro en lengua castellana que aborda los estudios musicológicos desde la perspectiva feminista. Ha sido Subdirectora General de Música y Danza del INAEM-Ministerio de Cultura y en la actualidad es vicedirectora del CPM “Teresa Berganza”. Es compositora con un amplio catálogo y reconocimiento nacional e internacional.

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