Revista con la A

25 de marzo de 2015
Número coordinado por:
Bethsabé Huamán Andía y Lucía Melgar
38

Feminismos en América Latina

Consuelo Sáizar, editora

saizarConocí a Consuelo Sáizar en Nueva York, en 2002, cuando ya llevaba unos meses como directora del Fondo de Cultura Económica. Fue en la presentación de un libro de Carmen Boullosa y me llamaron la atención su energía y su sencillez, lejanas de la pedantería de los medios oficiales mexicanos. Desde entonces hemos compartido el interés por la literatura y en particular por las escritoras. Gracias a ella, la magnífica obra de Elena Garro entró por fin al catálogo de la mitológica editorial. Fuera ya del servicio público, dedicada a su maestría, Sáizar accedió a responder algunas preguntas sobre su experiencia como editora y funcionaria en México.

Sáizar nació en 1961 en Acaponeta, Nayarit. Es licenciada en Ciencias de la Comunicación (1979-1983) por la Universidad Iberoamericana, donde también hizo estudios de Ciencia Política y Administración Pública (1988-1990). Muy joven, fue Directora General de Editorial Jus (1983-1990), y luego de Hoja Casa Editorial (1990-2002). En 2002, se convirtió en la primera y hasta ahora única mujer directora del Fondo de Cultura Económica (2002-2009), y luego fue la segunda mujer Presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, CONACULTA (2009-2012), equivalente a un Ministerio de Cultura. También estuvo al frente del Centro Regional para el Fomento del Libro para América Latina y el Caribe, CERLALC (2010-2012), organismo dependiente de la UNESCO. Actualmente estudia la maestría en Sociología en la Universidad de Cambridge, Inglaterra.

Consuelo, fuiste la primera mujer que dirigió el Fondo de Cultura Económica, editorial pública y una de las más importantes en lengua española. Era tu sueño. ¿Cómo te sentiste al lograrlo?

La primera y, hasta ahora, la única. Yo no era una excepción en querer dirigir al Fondo, lo excepcional es que pude hacerlo y poner en práctica un proyecto para una institución tan preciada para la patria de la ñ, que por supuesto incorporó un programa donde se incluía un programa editorial de rescate de escritoras, de promoción de mujeres de letras, de la inclusión de académicas notables a los Comités Editoriales, de formación de editoras jóvenes y talentosas, de impulso laboral femenino. Con enorme satisfacción puedo decir que se cumplieron todos.

¿Cuál fue después tu mayor reto como Presidenta de CONACULTA?

Presentar el Proyecto Cultural del Siglo XXI Mexicano, con tres grandes líneas de trabajo: México como plataforma intelectual del español; una cultura para todos y la creación de los cerebros digitales, que resguardaran la memoria de la palabra, el sonido y la imagen; con renovación de la infraestructura, descentralización de las actividades hacia todo el país y que estuviera al servicio del pueblo de México; apoyar de la mejor manera a artistas y creadores -tanto en el plano nacional como en el internacional- e impulsar al empresariado cultural independiente -grandes y pequeños-. 

¿Cómo te recibió el FCE? ¿Te hicieron sentir como «intrusa» por ser mujer o ese hecho no tuvo importancia?

Yo soy editora de libros, así que conocía a muchos de los colaboradores del Fondo desde antes de llegar a ocupar la Dirección. Fue un recibimiento cálido dentro de la institucionalidad que prevalece en esa enorme casa de las letras y los libros.

¿Y en CONACULTA?

CONACULTA es una institución mucho más grande que el Fondo, con menos años de vida, pero recuerdo haber encontrado un grupo de grandes profesionales de la gestión cultural, que me brindaron una bienvenida institucionalmente amable.

¿Qué cambios hiciste y/o de qué manera promoviste mayor apertura hacia las mujeres desde el Fondo y desde CONACULTA?

Existió un proyecto transversal, tanto en el Fondo como en el CONACULTA, que abarcó, en el caso del Fondo, el área editorial (se editó el mayor número de obra de escritoras del que se tenga memoria, se recuperaron textos o se publicaron inéditos); varias de las librerías que abrimos llevaron el nombre de mujeres -inaugurando esa tradición-: Rosario Castellanos, Elena Poniatowska, Elsa Cecilia Frost; se abrió mayor espacio a las académicas en los Comités Editoriales.

En el CONACULTA, dados los mayores alcances de política cultural que se puede establecer desde esa plataforma, nos propusimos reflexionar, justamente, sobre los liderazgos intelectuales femeninos en el idioma español con la celebración de los dos Congresos de las experiencias intelectuales de las mujeres, que se celebraron en los años 2011 y 2012; se creó el premio Rosario Castellanos, que se entregó en la inauguración de la jornada el 2012 [a la periodista y escritora Cristina Pacheco]; en publicaciones, continuamos con el rescate y la promoción literaria de obra de escritoras. Y, en las dos instituciones, auspiciamos oportunidades laborales para profesionistas mujeres, muy especialmente para las jóvenes. Todas expertas, talentosas, honestas y admirablemente profesionales en sus áreas.

¿Cómo pueden ejercer y cómo ejercen  el poder las mujeres en el ámbito de la política cultural?

Desconozco la respuesta y me considero incapaz de formular alguna propuesta, lo que sé es que cuando trabajo con mujeres son tan competentes y capaces como los hombres. Parafraseando a Albert Camus, en el más desafiante de los mundos masculinos, encontré en sus profundidades mujeres de un inmenso talento y generosidad.

¿Piensas que tu trabajo en el ámbito cultural en México dejó huella para las mujeres en otro sentido? ¿Cuál?

Esa respuesta la darán las siguientes generaciones o quienes analizan nuestro trabajo. Me propuse, sí, abrir espacios, muchos de los cuales -desafortunadamente- se cerraron cuando salí de esas instituciones.

Entrevista realizada por Lucía Melgar

This page as PDF :: VERSIÓN EN PDF
Share
Solo SÍ es SÍ - Feminismo. Ni un paso atrás - #sinconsentimientoesviolación

Cartas a la Directora

Envíanos tus opiniones, comentarios, propuestas, quejas y sugerencias ...

COMENTAR